Este domingo día 19 debía celebrarse la popular Romería de Santo Domingo, pero este año el colorido de las carrozas se difuminará entre el verde de los olivos, ni el campo olerá a perol, ni el bullicio ocupara el entorno de Scala Coeli. Nada de eso se vivirá hoy. Con todo ha acabado el covid-19 que no entiende de sentimientos.

Aunque parezca que son las peñas, grandes mantenedoras de las tradiciones cordobesas, las que más van a sentir esta ausencia de fiesta romera, hay un personaje en el Santuario que pasará el día nervioso. Es el Padre Mariano, Rector de la Iglesia y Ecónomo del Santuario de Santo Domingo, además de Consiliario de la Real y Fervorosa Hermandad del Santísimo Cristo y San Álvaro de Córdoba.

Este hombre querido y respetado por todos, que se siente un cordobés más, entró en la Orden de los Dominicos desde que tenía 14 años cuando comenzó el Bachillerato en Almagro (Ciudad Real), así que son 64 años, y al Santuario llegó a finales de 1989. Por lo tanto hace más de 30 años.

- ¿Como vivió su primera Romería?

-Mi primera Romería fue una grata sorpresa. Yo la había conocido allá por el curso 1959-1960, cuando tuve la dicha de hacer aquí mismo el Noviciado. Pero la de 1990, que fue la primera que yo viví como Prior y servidor de la Comunidad, de la Hermandad, de Córdoba y los cordobeses, fue para mí algo único. Ver serpentear por el caminito de Santo Domingo aquella multitud de romeros, entre jarales y olivos, entre romeros y almendros, entre tomillos y naranjos, alondras, lirios y alelíes, como cantan los poetas, se dirigen al Santuario, es algo que no se puede olvidar. Y más, cuando recuerdas los datos de la Guardia Civil, que en aquel entonces era el Cuerpo de seguridad de la Romería, y te dice que hay un aforo aproximado en el entorno al Santuario de 15.000 personas.

- ¿Había visto nunca algo igual?

- En esta mi primer Romería, fue la primera vez que experimenté tanta explosión de alegría, tanta multitud de colores en tantas carrozas engalanadas, tantos caballos enjaezados, tajes cordobeses y andaluces y tanta devoción al Santísimo Cristo y a San Álvaro de Córdoba.

- ¿Como lleva que este año no haya peregrinación romera al Santuario?

- El hecho de que este año no haya peregrinación Romera es para mí una gran decepción. Cuando llegó el momento de suspender todos los actos, tanto lúdicos como religiosos, no solamente la Romería, fueron momentos muy duros. Pero la realidad manda. Y ojalá esto nos sirva para reflexionar, no sólo para que esta pandemia se acabe, también que nos demos cuenta que los seres humanos , por muy importantes que seamos, no somos indispensables. “El aire, la tierra, el agua y el cielo sin nosotros están bien, incluso mejor”

- ¿Recuerda, aparte de por lluvia, que algún año se haya suspendido la Romería?

- Que yo recuerde, en estos 30 últimos años no se ha suspendido la Romería ni siquiera cuando ha estado lloviendo, e incluso así siempre ha venido alguna carroza.

- ¿La gente joven está involucrada en la Hermandad de Santo Domingo?

La gente joven tiene quizá aficiones distintas. Es cierto que hay muchos jóvenes comprometidos en muchos estamentos sociales como las cofradías, las peñas… Pero también es cierto que muchos de esos estamentos, sean religiosos o no, están envejeciendo. A nuestra Hermandad le pasa eso.

- ¿Cree que esta tradición Romera se mantendrá en el tiempo?

La tradición Romera, al día de hoy, no podemos aseverar que se va a mantener o no. Nuestra Romería antes de los años 1950, llegó a desaparecer, pero a partir de ese año, gracias a D. Baldomero Moreno y al Obispo Albino, resurgió y en los años posteriores fueron los años de mayor esplendor. Y desde hace pocos años ha venido en declive, hasta estos momentos en los que añoramos tiempos pasados.

- ¿Conoce la fecha de la primera Romería que se celebró y por qué?

- Los orígenes de la Romería se pierden en el tiempo. Lo cierto es que muerto San Álvaro, 1430, el Caminito de Santo Domingo era un continuo ir y venir de gente a visitar los restos de San Álvaro. Con el tiempo se organizó a ese grupo de gente dando origen a la Romería y a la Hermandad. En un principio subía mucha gente a celebrar el día de San Álvaro (19 de Febrero y en Marzo (los cultos en honor al Santísimo Cristo durante la Cuaresma). Y subían con burros y caballos y la mayoría andando. De ahí que se celebrara antiguamente la Romería en Marzo y durante la Cuaresma. Hay constancia que en 1964 ya no se celebraba en la Cuaresma. Posteriormente, en los años 1050, con D. Baldomero y el Obispo Albino, se trasladó a después de Resurrección tal como la conocemos ahora, hasta nuestros días. En 1901 es cuando comienzan las peñas a hacer el desfile de carrozas engalanadas.

- ¿Se siente extraño al no vivir el ambiente y bullicio que supone la Romería?

- No cabe duda que la Romería es mucho bullicio. Pero también es alegría, vida, convivencia tolerancia, felicidad… y eso es de notar. Y más en el marco de esta pandemia que nos trae a todos por la calle de la amargura. Y no sólo por el virus dichoso, sino también por el descalabro económico mundial. Sea creado o no, la verdad es que está consiguiendo el mayor desastre en el mundo.

- ¿Se va a celebrar alguna función religiosa en desagravio por no haberse podido llevar a cabo la peregrinación al Santuario?

- Sobre esa posibilidad Aún no hemos tratado nada en estos momentos. Esto que estamos viviendo, no se va a terminar de la noche a la mañana. Ojalá fuera así.

- ¿Confía que dentro de un año todo vuelva a ser como antes?

Esta experiencia que estamos viviendo, nos va a hacer cambiar muchos hábitos: solidaridad, menos envidiosos, más familiares, menos materialistas, menos derrochones, menos engreídos, más responsables, más humanos…

- ¿Que es lo primero que va a hacer cuando pueda bajar a Córdoba?

- Cuando acabe este confinamiento, pienso hacer lo mismo que hago ahora, pero con más libertad y sin temor, que no es poco: rezar, leer, hacer más plenamente mi función sacerdotal…