«A Fitur hay que ir». Esa parece ser la conclusión compartida de aquellos profesionales y empresarios de Córdoba que acuden a la Feria Internacional del Turismo y desarrollan su trabajo al margen de las presentaciones y promociones oficiales, porque consideran que es el lugar donde se pueden poner al día no solo de las tendencias del mercado tanto nacional como internacional, sino también aprender estrategias, buscar ideas, establecer contactos y cerrar acuerdos que mejoren los resultados de sus negocios y, por consiguiente, de la ciudad.

Un ejemplo de ello es Félix Serrano, director del Hotel Selu Córdoba, al que Fitur le sirve «para mucho». En su caso, la cita de Ifema le obliga a hacer «labor de mantenimiento, visitas de cortesía a clientes y empresas con las que trabajas, tanto turoperadores como mayoristas». Sercotel Hoteles cuenta con un estand propio en el que centralizan estos encuentros. Cuando se le pregunta por su valoración general del evento concluye: «A mí me ha ido bien».

A Isabel Calvache, responsable de Caracol Tours, ya la sorprendimos durante la feria en una negociación profesional. Una vez concluida la cita turística más importante del año en España, señala que ha regresado a Córdoba con unas cuarenta reuniones profesionales a sus espaldas. Su empresa está especializada en clientes japoneses, por eso señala que para ella son imprescindibles Fitur y Jata, que es otro evento similar celebrado en Japón. Su balance de este año ha sido «muy positivo porque se han consolidado temas con los japoneses y vemos con muy buenas perspectivas nuestros primeros pasos con los coreanos, que son nuestro próximo objetivo». Sobre su participación en la feria, comenta que siempre acude a ella «con la agenda cerrada», pero que no desaprovechas otras oportunidades que surjan y añade que también le sirve para contactar en persona con sus proveedores de la provincia.

También cree necesario acudir a Fitur Alfonso Páez, de Oway Tour, una empresa dedicada la organización de visitas guiadas por Andalucía, quien también cifra en cerca de 40 los contactos establecidos. Páez explica a este periódico que acude a la feria con dos intenciones. La primera, «para contactar con los clientes que ya tengo para hablar de la nueva temporada» y el otro motivo de su visita es «para buscar nuevos clientes e intentar hacer negocio». A su juicio, ir a Fitur «es obligado, porque están todos los clientes» y además, indica que se trata de una «cita de nivel, donde se mueve todo lo nuevo del sector».

Lauran de Arabia es el nombre comercial con el que Laura Cabrera ha lanzado al mercado su actividad profesional como guía turística. A su regreso de la feria ha señalado que acudió a Fitur con varias citas concertadas en su agenda y que el resultado ha sido «bastante fructífero». Entre sus encuentros figuraban dos agencias de viajes a la carta con clientes norteamericanos, a los que Laura les ha ofrecido itinerarios «a su medida, con la intención de que vengan a Córdoba y pernocten, que es lo que necesita el turismo en Córdoba, que los turistas alarguen sus visitas». Para ello, explica que si todo sale bien, las empresas con las que ha contactado traen de cuatro a cinco familias por semana, por lo que las expectativas son bastante halagüeñas, aunque reconoce que hay que ser prudente porque «estamos empezando».

El caso de Manuel Fragero es distinto. El que fuera presidente de Aehcor señala que en Fitur hay muchos pabellones donde se dan cita proveedores y clientes con los que hay que contactar, pero pone en valor otro de los aspectos interesantes de la feria de Madrid, como son las jornadas y coloquios que se celebran paralelamente, porque en ellas, indica, «están las primeras voces del sector de todo el mundo» y se pueden conocer «las tendencias y lo que se vislumbra en el horizonte» empresarialmente hablando. Siempre es importante, señala Fragero, acudir a una feria donde están los grandes turoperadores, agentes de viajes y proveedores.

Antonio Caño, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, señala que Fitur es una oportunidad para contactar con clientes o empresas con las que a diario no se puede hacer posible, por eso reclama que en los expositores se dé mayor espacio para reuniones y citas de trabajo empresariales.