Durante el invierno se incrementan los casos de otitis media aguda (enfermedad propia de lactantes y de niños menores de cuatro años), asociados en su mayoría a cuadros catarrales. Esta patología representa alrededor del 13% del total de consultas que se atienden en urgencias pediátricas como las que existen en el hospital Cruz Roja de Córdoba. La pediatra de este hospital Corina Márquez señala que, según la Asociación Española de Pediatría (AEP), se calcula que a los cinco años más del 90% de los menores ha sufrido algún episodio de otitis media aguda y un 30% presenta este problema de forma recurrente.

Márquez apunta que en los lactantes y niños pequeños la trompa de Eustaquio (conducto que conecta la nasofaringe con el oído medio) es más corta, estrecha y horizontal, dificultando el drenaje de la mucosidad desde el oído medio hasta la faringe y aumentando por ese motivo el riesgo de infecciones. La presencia de este problema es mayor en los meses de invierno debido a su estrecha relación con los cuadros catarrales, ya que el incremento de mucosidad en la nasofaringe y en la trompa de Eustaquio predispone a su acumulación retrotimpánica y a la posible sobreinfección bacteriana secundaria. En resumen, con la bajada de las temperaturas aumenta la incidencia de infecciones del tracto respiratorio y con ellos los casos de otitis media aguda.

Para prevenir estas otitis esta pediatra aconseja realizar a demanda, a los lactantes y a niños pequeños con cuadros catarrales, lavados nasales con suero salino. Con esta práctica se trata de evitar la acumulación de mucosidad que puede derivar en la otitis. Por otro lado, facilita la predisposición a esta patología y a otros patógenos resistentes la permanencia en lugares cerrados, como guarderías, sobre todo durante los primeros meses de vida; la presencia de fumadores en el medio familiar (pues el humo del tabaco ambiental es un factor que predispone a padecer todo tipo de infecciones respiratorias en la infancia) o el contacto de neonatos y lactantes pequeños con familiares o amigos que presenten cuadros catarrales.

Protección con las vacunas

Corina Márquez resalta que la vacunación correcta del menor puede proteger contra los principales agentes bacterianos que causan la otitis media aguda, como son el estreptococo pneumoniae y el haemophilus influenzae. Además, la lactancia materna exclusiva ha demostrado ser un factor protector contra las infecciones respiratorias como la bronquiolitis aguda. Márquez resalta que los niños con otitis media aguda recurrente precisan en ocasiones cirugía para la colocación de drenajes timpánicos que suplen la función de la trompa de Eustaquio, permitiendo la adecuada ventilación y drenaje de secreciones del oído medio.

Al constituir la otitis media aguda un proceso inflamatorio y doloroso a nivel de la membrana timpánica, con elevado porcentaje de curación espontánea, el tratamiento de elección son los antiinflamatorios no esteroideos por vía oral como el ibuprofeno, con posterior reevaluación del afectado a las 48 y 72 horas. También existen indicaciones de antibiótico de forma inicial en una serie de supuestos concretos.

Esta pediatra recalca que, además de la otitis media aguda, en el invierno existen otras patologías habituales como son los cuadros catarrales, broncoespamos, laringitis aguda y bronquiolitis aguda. Esta última afecta, sobre todo, a lactantes y niños de menos de dos años con altas tasas de hospitalización durante el invierno, siendo la primera causa de ingreso. En estos días las urgencias pediátricas del hospital Cruz Roja han registrado un incremento de actividad, fundamentalmente por cuadros catarrales, broncoespamos y bronquiolitis aguda en lactantes, a lo que se añadirá la gripe que ya está subiendo.