La primera prueba eliminatoria de las oposiciones al cuerpo de maestros, que han comenzado esta mañana en Córdoba y en toda Andalucía, se han desarrollado sin incidentes importantes, salvo las retenciones a primera de la mañana en los accesos al campus de Rabanales, que han provocado muchos nervios entre los aspirantes, al ver que no llegaban a tiempo a la prueba.

Pese a los trenes habilitados por Renfe, muchos han decidido llegar en coche a Rabanales, al proceder de distintos puntos de la provincia, de toda Andalucía y de España, y a las 8.30 horas había coches todavía en la carretera sin poder acceder, "se ha creado un cuello de botella y se han visto escenas de nerviosismo, pues estaban convocados a las 8", según relata la responsable de educación del CSIF, Elena García, "y mira que ayer les advirtieron en todos los tribunales que por favor hicieran uso de los trenes".

Durante las casi tres horas del examen, los familiares y amigos han esperado con paciencia y nervios en el párking cercano al aulario, repleto de coches, a que los opositores fueran saliendo.

Jóvenes y mayores, unos recién salidos de la carrera y otros con niños ya y trabajando de interinos, pero todos buscando una oportunidad en la Administración pública, que les dé estabilidad laboral.

3.800 PLAZAS EN ANDALUCÍA

En Andalucía se ofertan 3.800 plazas en ocho especialidades, a las que optan 32.000 personas. Según un estudio de CCOO andalucçia, la ratio por opositor es de 8,4 aspirantes de media por plaza, si bien las especialidades de educación Infantil (15,91) o educación Física (9,78) se encuentran por encima de esta media.

LA MAYOR CONVOCATORIA EN DIEZ AÑOS

Entre ayer sábado y este domingo, alrededor de 200.000 maestros y profesores interinos o recién licenciados se examinan en toda España para optar a una de las 30.562 plazas de funcionarios docentes que se han ofertado en las distintas comunidades (el País Vasco las hizo la semana pasada), la convocatoria más grande de los últimos diez años.

Exámenes en una de las aulas. Foto: MANUEL MURILLO

Opositores esperan su turno para entrar al examen. Foto: MANUEL MURILLO