P rácticamente terminado. Así asegura el vicerrector de Coordinación Institucional e Infraestructuras, Antonio Cubero, que se encuentran ya las obras del antiguo edificio de la Escuela Politécnica y que en breve podrá albergar los estudios de Enfermería, una petición largamente ansiada, que Cubero recuerda comenzó a abordarse cuando él todavía dirigía el centro de las ingenierías.

Según explica el vicerrector, los plazos que tenían que cumplirse, a efectos de la subvención europea gracias a la cual pudieron acometerse las obras, se van a cumplir "ya que todo se está desarrollando dentro de lo previsto. Quedan, como suele decirse, unos remates, pero el edificio está prácticamente terminado y estará listo para el 31 de diciembre".

Lo que también se ha cumplido es el presupuesto atribuido al desarrollo de las mismas, casi 7 millones de euros, que según informa Antonio Cubero, no se van a sobrepasar. "Tal vez al final en la liquidación se exceda, pero todo dentro del presupuesto disponible de la subvención".

MUDANZA URGENTE Una vez estén concluidas las obras y la dotación de equipamiento terminada, destaca el decano de la Facultad de Medicina y Enfermería, Rafael Solana, se intentará hacer el traslado lo antes posible, con lo que, si se cumplen los plazos, los alumnos de Enfermería podrían iniciar las clases del segundo cuatrimestre en el nuevo edificio.

Para ello, en estos momentos, ya se está desarrollando la licitación de los expedientes de contratación de todo el equipamiento, desde el material informático, hasta el mobiliario. Algo que, a juicio del vicerrector, va a suponer que el nuevo edificio cuente con los últimos avances tanto en cuestiones de tecnología, equipamiento de prácticas y útiles varios, pues todo será totalmente nuevo.

CUMULO DE MEJORAS Tanto Cubero como Solana subrayan que la culminación de estas obras supondrá también una serie de mejoras en la enseñanza de los estudios de Enfermería que hasta ahora habían desarrollado su formación en el edificio de Servicios Múltiples del Campus Menéndez Pidal y el edificio anexo de Medicina. Y no solo para ellos, afirma el decano, sino también para los ahora compañeros de Facultad, Medicina. "Se incrementarán considerablemente el número de aulas y esto nos dará, a corto o medio plazo, más posibilidades para poner en marcha nuevas iniciativas formativas".

En este sentido, casi igual de anheladas que la realización de las obras es la puesta en marcha del grado de Fisioterapia, algo que si bien podría llevarse a efecto gracias al incremento del espacio, conllevaría un incremento de personal, a cuya contratación, ahora mismo no se puede hacer frente. Con ello, afirma Rafael Solana se reforzaría aún más lo que ya puede denominarse como Campus de la Salud de la Universidad de Córdoba.

A este respecto, Antonio Cubero explica que todavía quedaría pendiente una actuación para dar por concluido el Campus de la Salud, aunque esta se pondrá en marcha a más largo plazo ya que conllevaría un acuerdo con el Ayuntamiento de Córdoba y, más concretamente, con la Gerencia de Urbanismo. La idea es que la Universidad de Córdoba pudiera disponer de la calle que une los dos edificios y que es de gestión municipal. "Nos quedaría esa gotita en todo el vaso de agua, pero eso sería muy a largo plazo".

El traslado de los estudios de ingeniería que se impartían en la Escuela Politécnica al campus de Rabanales hicieron posible que se cumpliera el ansiado deseo de estudiantes y profesores de utilizar las dependencias del centro para desarrollar los estudios de Enfermería. Aunque el proyecto inicial hablaba de la creación de un Campus de la Salud, este enfoque cambió con la determinación de unificar las dos titulaciones de este área, Medicina y Enfermería, en una misma Facultad.

Un hecho que no ha estado exento de polémica y del que ya se han cumplido dos años.