Las obras de climatización de los 19 colegios de Córdoba incluidos en los diez lotes que salieron a concurso hace casi un año empezarán a primeros del 2020. Esa es la fecha que baraja el delegado municipal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba, David Dorado, que, ante el colegio Miralbaida, ha explicado que los trabajos no solo consistirán en la climatización, sino también en la mejora de la eficiencia energética, afectando, por tanto, al alumbrado, ya que se sustituirán lámparas tradicionales por led, y a la mejora de cierres, al aislamiento de fachadas y a las cubiertas. Tanto Dorado como el presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, han indicado que las empresas adjudicatarias se coordinarán con los directores de los centros y con las ampas para que los trabajos “causen el mínimo trastorno” en la actividad escolar.

Infraestructuras trabaja además en la redacción de los proyectos para aumentar la potencia energética de los colegios que necesitan mejoras en sus instalaciones eléctricas, tarea que no se había contemplado en un principio y que costará 1,5 millones de euros. Dorado ha asegurado que los trabajos necesarios se ejecutarán de manera simultánea a lo largo del 2020 y estarán acabados al mismo tiempo que el resto.

El proyecto de climatización, que ya está adjudicado, costará 8,3 millones, de los que 833.344 euros pone el Ayuntamiento y 7,5 millones aporta la Agencia Andaluza de la Energía a través de fondos europeos. Las obras de todos los colegios deben estar acabadas antes del 30 de septiembre del 2020, excepto las de tres, el centro Fernán Pérez de Oliva, Mediterráneo y Juan de Mena, que deben estar terminadas antes del 1 de abril, según ha explicado Dorado.

El presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, ha relatado el devenir de este proyecto y recordado “el riesgo” que tuvo de perder la financiación de la Agencia Andaluza de la Energía, por lo que el Ayuntamiento solicitó este verano una ampliación de plazo. “Cuando llegamos al gobierno local no teníamos absolutamente nada”, ha manifestado. Entre las vicisitudes que ha sufrido el proyecto está que ha necesitado “un certificado de confortabilidad, además del de sostenibilidad”, afirma. A esto se suman “las evaluaciones que había que hacer al inicio y al final del proyecto, que había que adjuntar al expediente de justificación de la subvención”. Según Fuentes, en el anterior mandato los técnicos “estuvieron huérfanos” en sus relaciones con la Junta. “El desafío fue muy grande y hemos tenido que superar muchas controversias administrativas”, ha recordado. Otro problema ha sido que “se montaron expedientes para suministro pero no para obras, lo que ha tenido complejidad” y que Intervención “requería la solvencia técnica, contable y económica de las empresas” que ejecutarán las obras de acondicionamiento, climatización, aislamiento y electricidad.