Las obras del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) empezarán en la última semana de octubre, según las previsiones de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Los trabajos para preparar el edificio para continuar con el proyecto que quedó parado hace tres años ya han comenzado aunque la obra propiamente dicha tendrá que esperar unos días más. Trabajadores de la Constructora San José están ya limpiando el antiguo Pabellón de Cajasur y preparando el material necesario. A partir del día 28 de octubre se espera que haya más actividad.

El Ayuntamiento y la Constructora San José formalizaron hace unos días el contrato para la ejecución del proyecto que da continuidad a una obra iniciada en la anterior etapa del PP, cuando el alcalde era José Antonio Nieto, que quedó parada durante el mandato de PSOE e IU, y que se reanuda ahora con José María Bellido al frente del Ayuntamiento. Aunque su destino es albergar congresos de mayor tamaño que los que tienen cabida en el Palacio de Congresos de la calle Torrijos, su principal cometido será ser recinto de ferias, tal y como ya expuso el alcalde en aquel acto.

En aquel acto, que tuvo lugar el 28 de septiembre, Bellido ya avanzó que las obras se reiniciarían en un mes y que el edificio abriría sus puertas en un año. Los trabajos necesitarán una inversión de 12,5 millones de euros y cuentan con un plazo de ejecución de diez meses. Cuando la obra quedó parada, estaba ejecutada la mitad de la reforma.

La idea de reformar el antiguo pabellón de Cajasur tiene tras de sí doce años de historia y supuso dar carpetazo de forma definitiva al Palacio del Sur diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas para Miraflores. Cajasur cedió el edificio durante el mandato de Nieto y las obras empezaron en marzo del 2015 y debían estar acabadas en julio del 2016, pero eso no ocurrió. La adjudicataria, Ucop, solicitó un modificado de proyecto, que el Ayuntamiento no aceptó en los términos que pedía, aunque sí le concedió tres ampliaciones de plazo.

Tras la paralización total de las obras en el 2017, aunque desde antes ya estaban a ralentí, el Ayuntamiento decidió resolver el contrato, proceso que no ha estado exento de complicaciones. Aunque durante el anterior mandato se pensó en que fuese Tragsa la que continuase con la reforma, finalmente, en este, el gobierno local ha decidido sacar a concurso la obra. Cuando termine la obra, el edificio habrá costado casi 18 millones (sin contar con el proyecto) entre los 5,2 gastados antes de la paralización y los 12,5 de ahora. La reforma se adjudicó por 10,9 millones.