Las obras de la biblioteca de los Jardines de la Agricultura, conocida también como de los Patos, acaban de reanudarse tras permanecer dos años y medio paradas. La empresa pública Tragsa, tras firmar el acta de replanteo que marca el inicio de los trabajos, ha empezado a actuar en el edificio que está a medio terminar, ya que en octubre del 2016 Cultura puso fin a la obra para realizar una modificación del proyecto para adaptarlo a la nueva normativa de eficiencia energética. Lo que en principio iba a durar solo dos meses, se demoró mucho más, ya que el modificado superó el tope máximo que establece la ley del 10% del coste del presupuesto, por lo que Cultura encargó un proyecto nuevo, que aprovechó para introducir mejoras, y decidió resolver el contrato con la adjuditacaria, Banasa. Aunque en un primer momento Cultura esperaba reanudar las obras el lunes 18 de marzo, la actuación se ha retrasado unos días por los trámites burocráticos.

Los trabajos, que empezaron en diciembre del 2014 y que debían estar terminados en mayo del 2018, se prolongarán durante año y medio, por lo que el plazo de finalización previsto es finales del 2020. Después, hará falta otro año más antes de abrirla, ya que hay que equiparla. El presupuesto de terminación de la obra se ha fijado en 9,7 millones de euros.

Tragsa es la misma empresa que ha terminado las obras del Palacio de Congresos de la Junta, que también estuvieron dos años paradas. También es la misma firma que quiere utilizar el Ayuntamiento para retomar los trabajos del centro de ferias del Parque Joyero.

El contrato firmado en diciembre con Tragsa recoge 28 actuaciones, entre ellas la urbanización por 255.496 euros. Cultura formalizó en agosto del año pasado con los arquitectos Ángela García de Paredes e Ignacio Pedrosa el contrato para redactar el proyecto de lo que resta de obra, que costará 6,4 millones más que el presupuesto de adjudicación, que fue de 8,7 millones. Hay que tener en cuenta, que durante el tiempo que estuvo activa se produjeron sorpresas como la aparición de restos arqueológicos, entre ellos un muro califal que se ha integrado en el proyecto y que se podrá ver cuando la biblioteca abra sus puertas. También apareció una necrópolis romana y un sarcófago.