El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, presidió ayer en la Mezquita-Catedral de Córdoba la misa conmemorativa de la solemnidad de la primera Dedicación de la Catedral al culto católico. Afirmó que el «objetivo primero de este templo es el culto a Dios. La Catedral se mantendrá hasta el fin de los siglos si hay una comunidad viva y capaz de llegar hasta el martirio por ella».

Según informó la Diócesis de Córdoba, durante su homilía, el obispo destacó que en esta jornada se celebraba «la consagración de este templo como Catedral católica», lo que supone «una fiesta para todos sus hijos en la Diócesis, donde hay 800.000 bautizados». Además, el prelado recordó que el objetivo primero de este templo, el principal de la Diócesis, «es el culto a Dios», añadiendo que «la Iglesia es depositaria de todos los dones de Cristo, que la vivifica y que acoge en su seno a todos sus hijos».

HISTORIA/ La nota del Obispado explica la historia de la dedicación del templo al culto religioso. Así, señala que la Catedral de Córdoba ha tenido dos actos en este sentido a lo largo de su historia.

«El primero --dice-- se produjo el 18 de mayo de 1146, cuando el emperador Alfonso VII recibió las llaves de la ciudad en tiempos del rey musulmán Ibn Ganiya. Este acto estuvo presidido por el entonces arzobispo de Toledo y administrador apostólico de la Diócesis de Córdoba, Don Raimundo. Poco después, a finales del mismo mes de mayo, las tropas musulmanas volvieron a ocupar la ciudad, retomando el culto musulmán en la Mezquita».

Por este motivo, sigue diciendo la nota, «no será hasta el 29 de junio de 1236, cuando el rey Fernando III el Santo conquista la ciudad de Córdoba y manda que la Mezquita sea consagrada para el culto católico bajo la advocación de Santa María, cuando ya se produjo la segunda y definitiva Dedicación de la Catedral. Esta será la segunda fiesta de la Dedicación, de carácter más solemne que la anterior».

NUEVO SALÓN PARA CÁRITAS/ Por otro lado y también ayer, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, bendijo el nuevo salón de actos de Cáritas Diocesana en la capital cordobesa, el cual es fruto de la rehabilitación de un local adjunto a su sede principal y cuya ejecución ha finalizado esta semana.

Esta intervención se ha hecho necesaria debido «a la falta de espacio que venía sufriendo el organismo para llevar a cabo jornadas de formación o reuniones con los grupos que forman parte de la organización católica». En el acto de bendición de este nuevo espacio para la entidad humanitaria también estuvieron presentes el vicario general de la Diócesis, Francisco J. Orozco; el delegado diocesano de Cáritas, Manuel María Hinojosa; la directora provincial de la organización, María Dolores Vallecillo; el secretario general, Salvador Ruiz, así como un nutrido grupo de voluntarios y trabajadores del organismo.