Menos sanciones en general por incumplimiento de la ordenanza de higiene urbana y control animal, pero más en particular por dejar excrementos caninos abandonados en la vía pública. Mientras el número de perros que existen en Córdoba sigue creciendo, la concienciación ciudadana sobre la necesidad de mantener la vía pública limpia de cacas parece haberse relajado, a juzgar por los datos del servicio de inspección de la empresa de Saneamientos de Córdoba (Sadeco), que trabaja en esta materia en colaboración con la Policía Local. Una realidad que constrasta con la tendencia registrada en el 2017 en otras prácticas incívicas.

El año pasado, el servicio de inspección ambiental de Sadeco realizó 5.106 intervenciones, un 8,36% más que el año anterior, si bien las relativas a control animal descendieron un 22%, pasando de 1.690 en el 2016 a 1.312 en el 2017.

Pese a ese descenso, el número de sanciones impuestas por el abandono de excrementos caninos aumentó un 31%, pasando de 71 a 93. Cabe aclarar que las 1.312 intervenciones tienen que ver con el control animal en general (licencia de animales potencialmente peligrosos, uso de bozal o correa, identificación con microchip, etcétera) y no únicamente por abandono de excrementos. «Los datos negativos siguen estando relacionados con el abandono de excrementos caninos», recalcan desde Sadeco, «lo que ha llevado a aumentar las denuncias».

Ocurre justo al contrario en materia de cartelería y colocación indebida de publicidad estática en la vía pública. En este apartado, el número de denuncias descendió de forma espectacular, según fuentes de Sadeco, pasando de 230 sanciones en el 2016 a solo 14 el año pasado aunque el número de inspecciones también descendió (de 481 a 311). Según Enrique Flores, responsable del servicio, «las reuniones mantenidas por Sadeco con las empresas y profesionales de la publicidad han dado unos evidentes frutos que se reflejan en la espectacular caída de las denuncias por instalación de publicidad estática en lugares inadecuados».

El esfuerzo más llamativo en intervenciones preventivas se ha realizado en materia de vertidos (depósito fuera de contenedor o fuera de horario) y en solares. El número de actuaciones casi se ha duplicado, pasando de 1.391 en el 2016 a 2.271 en el 2017. La prevención ha surtido efecto en este área, ya que el número de denuncias por depositar vertidos en el lugar inadecuado o fuera de hora ha pasado de 50 a 28.

SANCIONES PREVISTAS // Las sanciones sobre cartelería pueden ir de los 900 euros a los 45.000 para los reincidentes; en el control de animales de compañía, con los excrementos e identificación mediante microchip y licencia para animales potencialmente peligrosos, entre otros, van desde 900 a 15.000 euros, y los puntos negros de abandono de residuos, desde 900 hasta 45.000 euros.

Desde el departamento de inspección e higiene ambiental destacan que «la puesta en marcha de una campaña de información e inspección denominada Sadeco, barrio a barrio, ha sido determinante para mejorar el grado de sensibilidad en cuanto al cumplimiento de las ordenanzas municipales». Para ejecutar tal campaña, Sadeco se ha valido de «equipos y monitores del servicio de información ciudadana que han estado presentes en los barrios y que han permitido que los vecinos conozcan de primera mano las normas básicas de higiene para mejorar la calidad de vida de su barrio».

Los inspectores han visitado, además, los establecimientos de hostelería, han hablado con los propietarios de animales y han informado sobre los horarios de depósito y criterios a tener en cuenta para segregar los residuos «a pie de contenedor».

Esta campaña preventiva, que aún no ha acabado y continuará a partir del mes de febrero, «ha conseguido los mejores datos hasta ahora en cuanto a cumplimiento de las ordenanzas en cuanto a publicidad y vertidos fuera de contenedor o de hora», destacan desde Sadeco.

Por último, el año pasado aumentó también la presión sobre los solares sin edificar en el casco urbano. Según la información facilitada, «en un porcentaje altísimo los propietarios los acondicionan tras el aviso de la inspección». Los que no lo hacen dan lugar a un acta de la Policía Local que el año pasado se tradujo en un 15% más de denuncias.