La plataforma No me Quites mi Hospital, impulsada hace diez años para reivindicar la necesidad de contar con un nuevo hospital Materno Infantil que sustituya al edificio actual del hospital Reina Sofía, celebró ayer un acto simbólico a las puertas del Materno para recordar, que una década después, «esta infraestructura aún no se ha construido, a pesar de que estuvo prevista en el plan de modernización del complejo hospitalario cordobés», señaló uno de los portavoces de esta plataforma, José Castillero.

Castillero explicó «que hace diez años un grupo de sanitarios del hospital Infantil decidió rebelarse contra la injusticia de que la promesa anunciada a bombo y platillo de construir un nuevo Materno Infantil en el Reina Sofía por la entonces consejera de Salud de la Junta y ahora ministra, María Jesús Montero, no era más que papel mojado. Los niños pasaban a la cola en las reformas previstas y el nuevo proyecto previsto para el hospital se alejaba de lo inicialmente propuesto».

Este representante de No me Quites mi Hospital recordó que «la plataforma partió de la asociación Pro-hospital del Niño y la Mujer, integrada por profesionales sanitarios y por familiares de pacientes del Materno Infantil (algunos con hijos afectados por cáncer) que sufrían directamente la escasez de habitaciones, las esperas para poder ingresar, los pasillos abarrotados, las reducidas consultas y las ventanas tapiadas. Familias que sacaban fuerzas para reivindicar aquello en lo que creían».

José Castillero destacó que en estos últimos años No me quites mi hospital ha recogido unas 60.000 firmas de apoyo y ha aglutinado a asociaciones de enfermos, sociales y sindicatos, contando con el apoyo de la Asociación Española de Pediatría.

Castillero incidió en que, «aunque no se ha conseguido que la Junta empiece a construir un nuevo Materno Infantil (lo que existe, en fase aún de proyecto, es el propósito de edificar unas nuevas consultas materno infantiles), sí se han producido algunos avances. «Gracias a las protestas de No me quites mi hospital se logró frenar el tapiado posterior del Infantil y se denunció el exceso de ruido en las habitaciones de los niños por el aire acondicionado del hospital de adultos. Además, se logró que el Reina Sofía abriera una sala de juegos para niños oncológicos, que ampliara las habitaciones de oncohematología y que los dirigentes políticos se interesaran por fin por resolver las deficiencias del Materno Infantil, un edificio de 44 años de antigüedad», apuntó José Castillero. Los representantes de esta plataforma recalcaron que «creemos que es posible un nuevo Materno Infantil para el Reina Sofía. Un recinto amable, espacioso, seguro, luminoso y moderno. Del anterior Gobierno andaluz solo obtuvimos promesas, esperamos que los nuevos gobernantes sí atiendan nuestras demandas y si no seguiremos luchando por esta necesidad».