El nuevo delegado del Gobierno de la Junta, Antonio Repullo, estrenó ayer su cargo en la sede de San Felipe. Un día después de su toma de posesión en Sevilla ante el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, Repullo fue el protagonista del acto en el que se produjo el traspaso de poderes y en el que avanzó que su intención es que la Junta resulte «más cercana a la sociedad». En uno de los patios de San Felipe, arropado por el consejero de Salud y Familias, el cordobés Jesús Aguirre, y por compañeros de partido, y acompañado por la delegada saliente, la socialista Esther Ruiz, el delegado aseguró que «dotaremos de nuevas sensaciones a esta administración», de «nuevas formas de trabajar y trataremos de hacerla más cercana a la sociedad para que vea en la Junta una institución al servicio de los ciudadanos».

Tanto Repullo como la ya exdelegada del Gobierno transmitieron a los asistentes la sensación de «normalidad» en este relevo. De hecho, el nuevo delegado del Gobierno destacó «las conversaciones fructíferas» mantenidas con Ruiz. «Hay que trasladar una sensación de normalidad», dijo Repullo, que dejó claro que aunque «ha habido un cambio político», eso «no significa que vayamos a romper con todo», ya que «se han hecho cosas que están bien y seguiremos haciéndolas».

Repullo, que aseguró que afronta este «reto» con «la mayor de las ilusiones y de las ganas» y con la esperanza de no defraudar a nadie, se marca como prioridad «conocer esta delegación por dentro», a «los funcionarios, saber sus perspectivas», y ver «la situación interna de cada una» de las delegaciones territoriales. Para contar con los nuevos delegados territoriales, Repullo tendrá que esperar a que se produzcan los nombramientos, ya que, según indicó Aguirre, serán la semana que viene o la siguiente. Su idea es «trabajar de inmediato» con ellos. En relación a los futuros delegados territoriales, manifestó estar «ilusionado» porque serán «gente con valía profesional y valía política». Entre las tareas más inmediatas que se marca, se encuentra la de los presupuestos y la auditoría.

Por su parte, Esther Ruiz, tuvo palabras de agradecimiento hacia «el equipo de la Delegación del Gobierno, a los funcionarios y a todos los que han colaborado en que la provincia de Córdoba vaya avanzando» y coincidió con el nuevo delegado en que el traspaso de poderes ha sido «limpio, transparente y con toda la cordialidad». Ruiz deseó a Repullo «un buen inicio de etapa» y manifestó que estará «expectante como funcionaria pública para que Córdoba avance».

El consejero de Salud, que también subrayó «la forma relajada y tranquila en la que se produce el traspaso», destacó el papel de la Delegación del Gobierno como «forma de acercar el Gobierno de Andalucía a la población», ya que tiene «la obligación de escuchar, de atender, de ser el hilo conductor de las reclamaciones de los cordobeses hacia las diferentes consejerías y hacia el Gobierno de la nación». Aguirre brindó el «máximo apoyo por parte de las consejerías» al nuevo delegado del Gobierno, al que deseó «el máximo éxito». Durante su intervención, Aguirre incidió en «el compromiso de austeridad» del nuevo Gobierno de la Junta, que se ha traducido en la rebaja de delegaciones territoriales, de direcciones generales, de consejerías y de los gabinetes de los consejeros. «Se está intentando ser lo menos gravoso posible para las arcas de Andalucía». Según indicó, solo la reducción de cargos territoriales supone un ahorro de 500.000 euros.

Entre a los asistentes a este primer acto público del delegado del Gobierno en Córdoba se encontraban, además de concejales y diputados provinciales, el presidente provincial del PP, Adolfo Molina; el portavoz del PP en el Parlamento, José Antonio Nieto; y el portavoz del PP en el Ayuntamiento, José María Bellido.