La ordenanza de Urbanismo que exige a los bares y restaurantes recoger los veladores y el mobiliario de las terrazas por la noche ha caído como un jarro de agua fría dentro del sector hostelero de la calle María la Judía, y ha conseguido caldear aún más los ánimos de los dueños de estos locales, que sienten desde hace varios años que la hostelería cordobesa está siendo cada vez más «acosada», y que ven en esta ordenanza municipal un «desastre» para el negocio de la zona.

Hay establecimientos que pueden adaptarse mejor a las nuevas exigencias municipales, pero todos coinciden en que «habrá pérdidas económicas y es muy probable que se destruyan puestos de trabajo». El encargado del bar de tapas Tercer Tiempo comenta que «tenemos que recoger todo el mobiliario dentro del local y eso implica cerrar una hora antes para poder guardarlo, perdiendo más de una hora de negocio». En esta línea, Manuel Pérez, propietario del restaurante La Lonja, considera que «se supone que en Córdoba queremos crecer y ser más competitivos en la hostelería, que es un gran atractivo turístico, pero si desde el Ayuntamiento solo se ponen obstáculos es imposible».

Por otra parte, Jesús de la Torre, propietario del restaurante Bajo de Guía, considera que esta ordenanza es «injusta e innecesaria, y solo genera problemas donde antes no los había». Además, recalca que «llevo aquí 11 años y he invertido mucho dinero en este espacio, que siempre ha cumplido con la normativa y no entiendo por qué ahora es diferente». Asimismo, arremete contra la propia delegación de Urbanismo argumentando que «en vez de hacer ordenanzas contra el comercio deberían arreglar todas las aceras desniveladas de la calle», y asegura que «retiraré todas las mesas y las sillas, pero la estructura del toldo anclada al suelo va a seguir puesta y, si me la quieren quitar, exigiré que la Junta me indemnice».