La Nochevieja más extraña ha puesto el punto final al año más extraño en la vida de muchos cordobeses, en el que la pandemia del coronavirus ha marcado el devenir del calendario desde el mes de marzo.

Córdoba capital y la provincia han dado una silenciosa bienvenida al 2021, un año al que muchos llegan con la esperanza de la vacuna como la luz al final de un camino tortuoso, mientras que otros se asoman al nuevo año con la incertidumbre de un futuro marcado por los efectos de la pandemia que aún está por llegar.

No ha habido fiesta ni campanadas en Las Tendillas, con la Policía Local controlando posibles aglomeraiones, y donde el reloj ha llegado a las doce de la noche sin el compás de la guitarra flamenca en un mutismo con el que se ha invitado a todos los cordobeses a una celebración íntima, en casa, como recomiendan las pautas sanitarias. Si bien, algún que otro cordobés se han aventurado a ir a tomarse las uvas a la céntrica plaza, eso sí, con mascarilla.

Tomando las uvas, con mascarilla, en la plaza de Las Tendillas - MANUEL MURILLO

Ni cotillones ni serpentinas para despedir un año que marca un antes y un después en la historia de la humanidad, y en el que, aunque confinamiento ha sido elegida como la palabra del año, la mayoría ha aprendido el significado de la resiliencia.