Las horas anteriores a un momento importante suelen ser tranquilos, pero tensos. A medida que se acerca ese instante clave, los nervios van aumentando. Cuando llega ese minuto decisivo o esa decisión importante, esa inquietud se transforma en alegría o tristeza como consecuencia de ese resultado final.

Ese fue el ambiente que se respiró en el Gran Teatro durante la última semifinal del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas. Una función que comenzó con la comparsa de Pablo Castilla La cuerda. En su primer pasodoble recordó la nostalgia de un cordobés que vive fuera de su tierra, mientras que su segundo fue un homenaje a los pregoneros de este año.

La primera chirigota de la noche fue Ajú que despiste. Su primer pasodoble criticó a aquellos aficionados que se guían por los grupos más reconocidos. Esta agrupación recordó que «no somos de los buenos», pero «si tienes en tu grupo gente guapa y artista, es porque ha estado en Los Papas». La segunda parte de su actuación hizo reír, sobre todo con una simpática tanda de cuplés.

Desde Fernán Núñez, los arqueólogos de la comparsa Bajo tierra mostraron su apoyo a la donación de órganos con un sensible segundo pasodoble. En su popurrí reafirmaron su amor hacia Córdoba con cuartetas interpretadas con fuerza.

El ecuador de la sesión llegó con la chirigota Cantando por arribita. La agrupación de Eduardo Molero Chache denunció en sus pasodobles el Carnaval cordobés que se ha encontrado tras una década de ausencia en el certamen de coplas. Una fiesta en la que «manda un premio que perjudica a la fiesta mía».

La segunda parte de la sesión comenzó con la comparsa aguilarense Mi mundo. En su segundo pasodoble enalteció a aquellas mujeres «luchadoras» que han superado el cáncer de mama. Cerraron su actuación con un popurrí que tuvo una gran variedad de estilos musicales. A este grupo le secundó la chirigota Los iluminati del tomati. La agrupación de Rafael Castilla y Tomate cantó dos pasodoble hacia Andalucía. Si el primero fue una reivindicación del andaluz, el segundo fue un mensaje crítico a Susana Díaz.

La penúltimo actuación fue la comparsa de Peñarroya Viajeros. Este grupo llegó desde el año 2045 para advertir «del infierno que nos espera» en el futuro. La chirigota de Lopera Los niños de la verónica culminó esta semifinal con una agradable actuación.