-¿Qué balance hace de los resultados electorales del 26-M?

-Tenemos aún que hacer un análisis sosegado y científico en IU. Pero en general, sin discusión posible, tenemos dos problemas: que la gente no ha ido a votar en los barrios con más población, y que la gente que lo ha hecho no ha confiado en nosotros.

-¿Cree que si se hubiera logrado la confluencia en Córdoba los resultados hubieran sido mejores?

-Eso es política ficción, algo que no hacemos, porque somos marxistas. Sí te puedo decir, que donde ha habido confluencia no ha habido suma, a excepción de la Cádiz de Kichi, de quien hay que aprender cómo ha sabido entender a su pueblo.

-En Córdoba se han perdido dos mil votos y un concejal, pero en el resto de capitales andaluzas tampoco le ha ido mejor a IU.

-Solo Cádiz y Córdoba han sacado más votos en las municipales que en las europeas, que se votaron el mismo día. En las otras capitales, las marcas IU y Podemos han tenido menos tirón que en Córdoba, donde se ha votado más a IU y a Podemos en las municipales que en las europeas.

-¿Cómo ha encajado estos resultados a nivel personal?

-Muy mal, porque uno siempre espera sacar mejor resultado que en las anteriores. Hemos hecho un trabajo importante y honrado, nos hemos vaciado, pero no lo hemos visto reflejado.

-No le han sacado rédito a haber gobernado, ¿por qué?

-Tenemos que evaluar qué ha pasado en la gestión para que los cordobeses no la hayan valorado. La responsabilidad es de quien gobierna, y además la oposición ha sido mala. (José María) Bellido no era un candidato magnífico y (Isabel) Albás estaba más perdida que... nunca supe si hablaba de Córdoba o de otras ciudades en los debates. Y luego Vox, cuyo candidato ni siquiera conozco. Si la oposición ha sido esa, más responsabilidad hemos tenido por haber perdido el gobierno.

-¿Qué cree que ha penalizado el elector?

-Tenemos que analizar para quién hemos gobernado y cuáles han sido los motivos por los que una organización dedicada a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores no ha logrado que los trabajadores vayan a votar. Hay que estudiar esa disfunción.

-¿Ha perdido IU el pulso de la calle?

-No hemos conseguido que la calle vaya a votar a IU.

-Los Ecologistas lo despiden dándole el Premio Atila.

-Creo que el premio es injusto, porque creo que el trabajo que hemos hecho desde el punto de vista medioambiental ha sido bueno. Hemos impulsado el cinturón verde de la ciudad, con la financiación del Parque de Levante, la paralización de la obra del Córdoba CF que acababa con una zona verde o las zonas verdes de Mirabueno. Y en Cosmos, con la correlación de fuerzas que teníamos, hemos hecho todo lo posible, con la denegación de la licencia. El PSOE, desde la Junta, siempre se ha puesto de perfil.

-¿Le han pasado factura electoral el mantra electoral sobre el Urbanismo y su papel al frente de la Gerencia?

-Sin duda. Tenemos que aprender que cuando gobernamos y hacemos políticas de izquierdas, a los poderosos no les gusta. Y que los poderosos tienen el control de los medios de comunicación, y que son capaces de generar opinión pública y llegar a la cabeza de los trabajadores. Ellos son capaces de generar opinión y nosotros, no. En la Gerencia hemos estado cara a cara con los tiburones del Urbanismo que han hecho tanto daño en muchas ciudades. Hemos combatido eso, pero han ganado ellos porque tienen la capacidad de manejar la opinión pública.

-¿Cómo cree que será el próximo mandato en Córdoba?

-El PP defenderá su modelo de privatizaciones, con una ciudad menos social y un desarrollo del neoliberalismo que favorezca a una minoría frente a una mayoría.

-¿Qué papel va a jugar IU en la oposición?

-Vamos a intentar defender nuestro modelo de ciudad y confrontar democráticamente con el PP. No vamos a hacer una oposición de voces, sino oposición desde el respeto y la seriedad. Y, sobre todo, hacer una transición política para que dentro de cuatro años IU tenga mejores resultados.

-¿Y usted?

-Yo voy a acompañar en ese proceso a mi organización, pero no volveré a ser ni candidato ni cargo público en IU, mi ciclo en la política ha acabado y quiero acabar ayudando a mis compañeros de la manera más digna posible. No voy a volver a ser coordinador provincial, y otros tienen que ser los que afronten el nuevo reto. En este mismo equipo, hay gente con mucha proyección que ha sido parte del éxito en la provincia, más que yo mismo. Aquí en el Ayuntamiento haré la oposición estos cuatro años, pero no voy a ser candidato ni de ésta ni de ninguna otra institución.

-¿Por qué ha tomado esta decisión?

-Porque los ciclos se cumplen. He dado todo lo que he podido. He sacrificado muchas cosas por mi militancia. Es la verdad. Las cosas empiezan y terminan. Es una decisión vital que hay que tomar.

-¿Se lo ha comunicado ya a los órganos de su partido y a su familia?

-Sí. Mi familia me lo había pedido muchas veces.

-¿A qué se va a dedicar?

-A lo que yo estudié.

-Parece que se va mañana...

-No, estos cuatro años me quedo, y en cualquier caso, luego, dejaré la vida pública, no la política, donde pienso seguir dando la lata.

-¿Qué futuro le augura a IU en Córdoba?

-Tenemos que generar más músculo organizativo que sea capaz de llegar a los barrios que tradicionalmente nos han votado; estar cerca de los trabajadores, y dejar de obsesionarnos con unas minorías, que no dejan de juzgarnos porque son inquisidores de la izquierda que no aportan nada.

-¿A quién se refiere?

-A personas y pequeños colectivos que continuamente están juzgando y tratando de orientar las políticas de izquierda de esta ciudad, y que sin embargo están muy alejados de la mayoría social y de los trabajadores.