La federación de asociaciones vecinales Al-Zahara, ante el inicio de un nuevo curso político y ante la polémica confusa del debate sobre la incineración de residuos en la ciudadincineración de residuos, mantiene su posición contraria a que se autorice la incineración de residuos en el casco urbano de la ciudad y defiende que esa actividad, de tener que realizarse, debe hacerse lejos de viviendas, colegios y espacios para la vida cotidiana. Al-zahara, tanto ahora, como cuando la presidía José Rojas, afirma que va a trabajar por mantener la calidad del aire que necesita la ciudad para una vida saludable, especialmente, de las personas más vulnerables.

Desde la asociación afirman que "la negativa no es caprichosa, sino que se atiene a tres razones: la incineración de residuos es nociva y perjudicial según todos los informes sanitarios. Ocultarla bajo otras denominaciones como “valorizar”, no elimina los efectos contrarios a la salud. Nuestra ciudad, desde hace treinta años, apostó por no incinerar residuos y por trabajar para su reducción, reutilización o reciclaje, tal y como aconseja el respeto al medio ambiente y la lucha contra la contaminación. Consideramos que, en caso de que haya que abandonar esa apuesta, habrá que decidirse cuál es el lugar y el modo menos perjudicial para nuestra vida".

La segunda razón, continúa la federación vecinal, es que la normativa urbanística vigente, el PGOU, impide que se pueda incinerar en el casco urbano y que las actividades de este tipo tienen que tener permiso específico para ello, ya sea como actividad central o como actividad secundaria. De hecho, esta ciudad ya impulsó hace años, y hay una zonificación específica cerca del vertedero del Lobatón, un “polígono verde” que daría espacio a industrias que se dedicaran a generar actividad económica basada en el tratamiento de residuos. Es ilegal incinerar o valorizar residuos en el casco urbano y solo será posible donde lo marca nuestra ordenación urbanística.

Concluye que "la generación de actividad económica y empleo no puede ser razón para realizar actividades que afecten a la salud pública colectiva. Los datos de contaminación de la ciudad empiezan a ser preocupantes en muchos de nuestros barrios. La Unión Europea está obligándonos a tomar medidas al respecto que nos obligan a limitar el tráfico de vehículos de combustión tanto como a evitar la emisión de contaminantes industriales, o, al menos, hacerlo donde menos impacto tenga para la vida de las ciudades".