Lleva dos años y medio al frente de la Consejería de Fomento y Vivienda, por la que pasan proyectos de gran envergadura, de esos que marcan un antes y un después. Muchas de esas iniciativas se anunciaron en años de bonanza y quedaron paralizadas con la crisis, entre ellas una muy necesaria ahora que el Ayuntamiento va a acometer una parte del trazado, la ronda Norte.

-La ronda Norte no aparece en el plan Pista, ¿significa eso que la Junta no tiene intención de ejecutarla?

-No. Lo que no está es en el horizonte del 2020. Hemos hecho un ejercicio de racionalidad en la planificación de las infraestructuras pendientes porque no se puede improvisar y hay que tener claro cuál es la fuente financiera que nos permite abordar los proyectos. La crisis tuvo un impacto muy negativo en las cuentas públicas de todas las administraciones y, en el conjunto del Estado, los ajustes fiscales se han hecho en la inversión. Se han mantenido las políticas básicas de carácter social, la salud, la educación, la atención a la dependencia… pero los recursos disponibles para inversión en su conjunto disminuyeron notablemente en todo el Estado. En el plan Pista hemos priorizado finalizar las obras iniciadas. La ronda Norte está contenida en el anexo, en el segundo escenario, pendiente de ver cuál es el marco financiero en el que nos desenvolveremos a partir del 2020. Hay una parte importante que tiene que ver con la financiación autonómica. Si dentro del conjunto de las comunidades autónomas, Andalucía acaba teniendo un tratamiento similar al que recibe la media, tendremos algo más de 800 millones añadidos anualmente que permitirán abordar más inversiones. No hemos renunciado a la ronda Norte, aunque quizá sí que haya que hacer una redefinición del proyecto, que se planteó con una parte soterrada muy costosa y ahora puede buscarse una solución que no sacrifique funcionalidad pero que tenga un menor coste. Pero en términos de objetivos, no hemos renunciado, aunque no está en el horizonte del 2020.

-¿Qué cambios habría que introducir para que tuviese posibilidades de salir adelante?

-Con un coste de 200 millones de euros no es posible abordar la ronda Norte. Las promesas sin fundamento acaban siendo una maniobra inicial de satisfacción, de lo que quiere escuchar el que te interpela, pero es la frustración consecuente. Y luego gestionar la frustración suele ser más complicado que decir la verdad desde el principio. Es más honesto decir cuáles son las coordenadas en las que nos estamos moviendo. Nos gustaría tener más recursos, pero tenemos los que tenemos. Estamos en el marco de la Unión Europea, la ley de estabilidad presupuestaria determina cuáles son los niveles máximos de endeudamiento. No estoy diciendo que renunciemos a la ronda Norte, lo que estoy diciendo es que tenemos que hacerla desde un planteamiento de ambición, pero de realismo a la vez, porque la ambición sin realismo conduce a la melancolía. Vamos a empezar a trabajar en el plan Pista para el escenario 2020 en adelante, que, además, hay que acoplar al marco comunitario de apoyo a partir de esa fecha, ya que estamos trabajando con fondos Feder que tienen vigencia hasta el 2020 y la UE empieza este año a revisar su planteamiento hasta el 2024.

-El Ayuntamiento va a retomar las obras del tramo parado y cuando esté ejecutado, la carretera quedará incompleta sin la parte de la Junta, ¿no cree que es el momento de abordar con el Ayuntamiento el futuro de esta infraestructura?

-Estamos en comunicación permanente con el Ayuntamiento en este tema y en otros. Una parte muy elevada de los problemas de circulación que hay se solventarán con la obra que hará el Ayuntamiento. Estamos abiertos a sentarnos con el Ayuntamiento, como hemos hecho para definir el proyecto de la ronda del Marrubial o en política de vivienda. Aparte de que la comunicación con la alcaldesa es magnífica, somos conscientes de que no hay una política eficaz si no está concertada y es cooperativa. Si cada uno va por un sitio, difícilmente se alcanzarán objetivos.

-¿La Junta ha redefinido ya o tiene intención de hacerlo a corto plazo el trazado?

-No hemos empezado porque el horizonte está más allá del 2020. Tenemos que ir revisando el proyecto de más de 200 millones y buscar una fórmula funcionalmente equivalente, pero económicamente más reducida.

-Ahora que todo indica que vamos saliendo de la crisis, ¿no es el momento de retomar otros proyectos viarios como la variante de Villarrubia, la autovía de El Carpio-Torredonjimeno, el desdoble de la A-431 o la Autovía del Olivar?

-Nosotros no hemos renunciado absolutamente a nada. Lo que sí tenemos claro es cuáles son las prioridades, que son concluir la obra pública iniciada, como la variante de Lucena, que es una inversión de 7 millones que está ya en fase de ejecución; y la carretera entre Cardeña y Pozoblanco, cuyo contrato se va a firmar de manera inminente por 1,3 millones. Hay otras inversiones mucho más costosas, como la variante de Villarrubia, que no está contenida en el horizonte del plan Pista hasta el 2020. Pero insisto en que tenemos que ver cuáles son las fuentes de ingresos que tendremos del 2020 en adelante.

-De todos esos proyectos, ¿cuál es el más prioritario?

-La Autovía del Olivar, que es la segunda gran autovía en longitud de Andalucía después de la A-92. Ya se ha ejecutado el 50% de los 170 kilómetros y en la provincia de Córdoba solo está hecho el tramo de Lucena a Cabra. Ahora empieza la variante de Lucena, pero hace falta la parte de variante de Puente Genil a Herrera, que tiene un índice medio diario de tráfico que lo exige y estoy en contacto con los alcaldes de los dos municipios. Estamos viendo si con la reasignación de fondos europeos pudiéramos ir abordando algún tramo. Esta es la autovía que tiene prioridad respecto a los proyectos que tenemos que hacer en Andalucía.

-¿Qué papel va a jugar la Junta en una obra estatal que le afecta, el segundo tramo de la variante Oeste?

-Había un protocolo firmado para impulsar ese tramo y espero que el Gobierno acabe planteándose que hay que ejecutarlo. El protocolo no se desarrolló con un convenio específico, pero estamos abiertos a la cooperación.

-La Junta no tendrá que pagar nada para poner en servicio el cercanías entre Alcolea y Villarrubia, ¿cómo se va a materializar el apoyo a este proyecto?

-Lo primero que planteamos, junto con el Ayuntamiento, era trasladar al Ministerio de Fomento que no había ninguna razón para que Córdoba tuviese un tratamiento discriminatorio. Aquí había razones suficientes, población y rentabilidad social, como para que fuese declarado obligación de servicio público (OSP). Esa parte está resuelta y espero que en un plazo breve, que no sea de más de dos o tres meses, esté perfectamente articulado, ya que hace falta un convenio entre el ministerio y Renfe. Espero que no tarde mucho. A partir de ahí, lo segundo es la comunicación entre Palma y Villa del Río. Una vez que tengamos operando el cercanías de Córdoba con la frecuencia y usos que debe tener, tendremos la oportunidad de que sea más barato responder a la otra parte del trazado, ya que los trenes van a estar y los operarios también. Si tuviéramos que prestar un servicio nuevo, estaríamos hablando de soportar más carga que si ya está la infraestructura, el material móvil y el personal. Ahora hay que definir con la Diputación y Renfe qué queremos hacer en frecuencias de servicios, qué coste tendrá y cómo repartimos ese coste.

-¿Estaría dispuesta la Junta a llegar al 40% como en Córdoba?

-Sí. No tenemos una posición definida a priori, pero podría ser una cifra orientativa.

-¿En el estudio de demanda no se fijó el coste de explotación de Palma a Villa del Río?

-Sí, pero hay que actualizarlo porque el escenario está desfasado desde el punto de vista de expectativas de uso. Cuando hablamos de demanda, hablamos a qué precio ofrecemos el servicio y en función de cuál sea la oferta, está la demanda. Si ofrecemos un precio demasiado elevado, no habrá motivación para usarlo. La puesta en marcha del cercanías nos puede ir dando ese escenario de qué costes tendría que soportar el operador Renfe para completar el servicio. Lo racional es hacer el análisis una vez que esté puesto en marcha o en paralelo.

-¿Los ayuntamientos también tendrán que colaborar?

-Claro. Todas las administraciones deben ponerse de acuerdo para intentar que la solución sea racional, un servicio que sea útil socialmente y digerible presupuestariamente.

-El plan andaluz de la bicicleta contemplaba más kilómetros de carril bici que los 3,2 que están en obras, ¿cuándo saldrán a concurso más vías ciclistas?

-Tenemos en el conjunto de Andalucía un compromiso de ejecutar 112 kilómetros antes del 2020, de forma que nos pondremos en 223, que es el horizonte. La inversión total será de 51 millones en el conjunto de Andalucía y nos quedan por ejecutar 25 millones. En Córdoba hemos priorizado cerrar ramales que estaban inconexos para darles continuidad. Quedan aspiraciones en Córdoba y en el resto de Andalucía que serán pasos a dar, pero el escenario presupuestario hasta el 2020 tiene esta definición y no hay más recursos.

-¿No hay riesgo de perder el dinero de la UE para ese fin?

-No. El plan se concibió con un montante más elevado pero pensando que el marco financiero en el que se iba a mover Andalucía era similar al precedente y, sin embargo, se redujo a la mitad, por lo que ha habido que ajustar todos los números. Los 51,8 millones para toda Andalucía se van a ejecutar por completo.

-La reforma de la ronda del Marrubial ya se ha iniciado pero aún falta la licitación de la segunda fase, ¿para cuándo se espera?

-Estamos a la espera, y serán días, de que el Ayuntamiento supervise el proyecto. Cuando lo tengamos en nuestras manos, lo licitaremos de forma inmediata.

-¿Hay algún plan para reactivar el parque logístico?

-Las oportunidades de la logística en Andalucía y en Córdoba por su ubicación estratégica son muy potentes y van a depender del desarrollo de la red ferroviaria transeuropea que tiene el Gobierno que impulsar. Si se resuelve esto, de forma que no se obligue a competir a empresas del siglo XXI con infraestructuras del XIX, las oportunidades que tendrá Córdoba serán infinitamente mayores. Soy optimista en cuanto al papel que se puede jugar, pero hay que presionar al Gobierno.

-¿Qué podría hacer la Junta para impulsar el aeropuerto?

-A una infraestructura que está hecha, lo racional es sacarle el máximo rendimiento posible y habrá que seguir dándole vueltas y hacer acercamientos que permitan que sea un factor de actividad económica y de generación de empleo.

-El área de rehabilitación de la Axerquía Norte quedó paralizada en el 2011 con un grado de ejecución del 30%. Los vecinos exigen que se retome, ¿qué posibilidades hay?

-Posibilidades, todas. Hay dos caminos. Sacamos anualmente una convocatoria de ayudas a la rehabilitación a la que concurren las comunidades de vecinos. La del 2017 está en proceso de evaluación y la del 2018 saldrá en cuanto el plan estatal esté. Además, el Ayuntamiento puede plantear a la Junta, si considera que es una zona prioritaria en la ciudad, que vayamos a la declaración de un área de renovación y regeneración urbana, como la de Montoro. Podría encajar en el plan que tenemos que concertar con el Estado este año. Tendría tres fuentes de financiación, la estatal, autonómica y local, en la que pueden participar los vecinos.

-¿Declarará la Junta área de rehabilitación el Parque Figueroa?

-El camino va para todos en la misma dirección, la definición de la prioridad por parte del Ayuntamiento, la propuesta a la Junta, y la búsqueda de ese engarce dentro del plan del Estado.

-¿Estará dispuesta la Junta a colaborar en la reconstrucción del barrio de Fray Albino?

-El razonamiento sería similar. En función de la dimensión que tenga el problema, si el Ayuntamiento nos plantea que se defina un área de intervención, podríamos ir con esa fórmula, pero no solo para solucionar el síntoma, la grieta que aparece, sino el origen de la enfermedad, y probablemente necesite una intervención más ambiciosa.

-¿Cuántos ascensores han pagado de los que tenían convenios firmados desde hace años y cuántos quedan y qué posibilidades hay de ir atendiendo al resto de los que pidieron?

-En la provincia había 44 comunidades de vecinos con convenios firmados, 32 de ellos en la capital, uno en Cabra, otro en Lucena y otro en Puente Genil, que afectan a 759 viviendas. De los 44, 35 han manifestado que mantienen el interés por instalarlos. De ellos, algunos están en ejecución y otros en tramitación administrativa muy avanzada, pero pueden tener la seguridad total de que el problema se resolverá en las condiciones en las que se firmó el convenio, que son más ventajosas que las de las convocatorias que anualmente hacemos. Respecto a las nuevas convocatorias, dentro de las del 2015, 2016 y 2017, hemos concedido 23, 50 y 77 actuaciones más, respectivamente, que benefician a 435, 762 y 1.417 viviendas. ¿Quedan cosas por hacer? Sin duda, y somos conscientes de que es un tema de primera magnitud.