La plataforma No me Quites mi Hospital, que agrupa a más de 30 asociaciones y siempre ha demandado que debería haberse construido un nuevo hospital Materno Infantil en el hospital Reina Sofía, ha lamentado este miércoles la paralización de las obras de las nuevas consultas Materno Infantiles y que «la política del parcheado siga siendo la única solución, sea cual sea el color de los dirigentes», con los niños ingresados como «principales sufridores». Según No me Quites mi Hospital «las obras están detenidas porque la constructora pretende inflar el presupuesto con el que ganó el concurso».

La plataforma denunció que, debido a otra obra, en este caso la de la nueva UCI pediátrica que se está llevando a cabo en el Materno, gran parte de las consultas pediátricas han sido trasladadas por el Reina Sofía al centro Castilla del Pino, «partiendo en dos a los profesionales de Pediatría e incomodando a las familias».

Según este colectivo, niños con pluripatología, que eran atendidos antes del inicio de esta obra en el mismo día en varias consultas en el Materno Infantil, ahora tienen que ir también al Castilla del Pino o volver otro día. Además, «la falta de espacio que está ocasionando estas actuaciones, con el agravante de la pandemia actual, provoca el hacinamiento de las familias y pacientes en las salas de espera», añadió la plataforma.

No me Quites mi Hospital entiende la necesidad de contar con una nueva UCI pediátrica, pero criticó que «las obras están detenidas y se van a realizar dentro de un edificio que sigue funcionando y que tiene 45 años de existencia". "Un hospital que", para este colectivo, "acumula dinero gastado en parches anteriores y que seguirá sin dar respuesta completa a las necesidades de hospitalización de los niños que se hubieran cubierto con un Materno Infantil totalmente nuevo, no solo con un edificio de consultas»