El nuevo diseño de la calzada en Ronda de Isasa, que hace días incorporó una zona extra de 2 metros de anchura para tránsito de peatones, pintada sobre lo que antes estaba reservado a los vehículos, progresa adecuadamente. Se trata de un primer paso para acostumbrar a los conductores autorizados a circular por esta vía, principalmente vecinos, motos, autobuses de Aucorsa y taxistas, a que deben aminorar la velocidad y no pisar ese camino peatonal que antes también era apto para tráfico rodado. «La fuerza de la costumbre tira mucho, pero es cuestión de cambiar el hábito», explicaba ayer un taxista, que reconoce que a veces aprientan el acelerador más de lo debido. Los que han salido ganando son los bares instalados en la zona, que ahora ocupan lo que antes era aparcamiento con sus veladores sin restar espacio a los peatones, de manera que todos salen ganando.

«Es un avance importante, la gente está más a gusto así, aunque es verdad que los coches a veces no tienen en cuenta el límite de velocidad», explicó ayer el dueño de uno de los bares de la zona, «al principio pusieron 10 kilómetros por hora, pero ese mismo día lo cambiaron a 20, pero algunos taxis pasan por aquí a 70 km/h». Los vecinos de La Medina ya han trasladado sus quejas al Ayuntamiento, a quien reclaman que se mejore la señalización, se regule el paso de taxis con una cámara en Cruz del Rastro.

La idea del área de Movilidad del Ayuntamiento, que dirige el concejal Andrés Pino, es convertir esta zona en área de prioridad peatonal lo antes posible. Esta modificación se completará con una actuación de Urbanismo que consistirá en la ampliación de las aceras y la construcción de plataformas a modo de badenes en varios puntos de la avenida, con la idea de ganar el máximo terreno al peatón.