Tras un divorcio, la mujer sigue siendo la encargada de criar a los hijos en la mayoría de los casos. Los datos de la encuesta sobre nulidades, separaciones y divorcios del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan una sociedad cordobesa en la que, cuando se producen este tipo de procesos, son las madres las encargadas de cuidar de los hijos en una gran parte de los casos, mientras que los padres se convierten en los principales encargados de aportar una pensión. El año pasado, la madre recibió la custodia en 614 ocasiones. En 35 fue para el padre y en 177 se compartió. En el resto de casos se produjeron otro tipo de resoluciones o no procedió ejercer la custodia. Las pensiones, sin embargo, correspondieron en la mayoría de los casos al hombre. En 115 ocasiones se le asignó la obligación de aportar una pensión compensatoria y en 751, una alimentaria. La mujer tuvo que proporcionar 12 y 52, respectivamente.

Córdoba sigue una inercia opuesta a la de España en cuanto a divorcios. Mientras que, a nivel nacional, el número aumentó un 1,2% entre el 2016 y el 2017, en Córdoba disminuyó un 3,19%. En la provincia se produjeron 1.426 el año pasado, de los cuales 954 fueron de mutuo acuerdo y 472, contenciosos. De este modo, Córdoba es la tercera provincia con menor número de divorcios de Andalucía, tras Huelva y Jaén. Sevilla, por el contrario, encabeza la lista con 4.319. Y le siguen Málaga, con 3.652, y Cádiz, con 2.406. En el país, las cifras alcanzaron los 97.960 y en Andalucía, los 17.437.

En la mayoría de los casos, el divorciado tenía entre 45 y 64 años. La divorciada, entre 25 y 44. En el caso del hombre, el siguiente rango de edad más habitual fue entre los 25 y los 44 años, mientras que, en el de la mujer, entre los 45 y los 64. La gran parte de las parejas tenían nacionalidad española y sumaban más de 10 años de matrimonio.

En cuanto al capítulo de las separaciones, en Córdoba se produjeron 93 en el 2017, de las cuales 76 fueron de mutuo acuerdo y 17, contenciosas. En este aspecto, Córdoba es la cuarta provincia de Andalucía, donde se registraron 840 casos. En España, la cifra asciende a 4.280. Los separados en la provincia tenían todos la nacionalidad española, la mayoría de entre 45 y 64 años. En 29 ocasiones la madre asumió la custodia de los hijos, en 56 no procedió, en ocho fue compartida y en ningún caso correspondió al hombre.

En general, la media de la duración de un matrimonio en España fue de 16,6 años, según la encuesta del INE. El 32,8% de los divorcios se produjeron después de 20 años de matrimonio o más y el 21%, después de entre cinco y nueve años. En el caso de las separaciones, el 53% de los matrimonios tuvo una duración de 20 o más años y el 13,4%, de entre 10 y 14. Por otra parte, Ceuta y Canarias mantienen las tasas de nulidades, separaciones y divorcios más altas del país por cada 1.000 habitantes. La media del 2017 es 2,2 por cada 1.000. Y esa misma línea sigue Andalucía. Por debajo, Castilla y León es la comunidad autónoma que registró la menor tasa.