¿Necesita la Mezquita-Catedral un plan de usos o dispone de uno desde hace años? La respuesta a esta pregunta se circunscribe en la batalla legal por la titularidad del monumento y amenaza con convertirse en la nueva polémica sobre la gestión del edificio. La última resolución del Defensor del Pueblo Andaluz sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba (fechada el 28 de junio y respuesta a una queja formulada por la Plataforma Mezquita-Catedral en enero) propone mejorar el funcionamiento de los órganos de actuación conjuntos entre el Cabildo y la Junta de Andalucía para la protección del monumento e insta a la Delegación de Cultura a la elaboración de un plan director que regule su funcionamiento y gestión. Para exigir un plan de usos de la Mezquita, el defensor se basa en una respuesta oficial de la Junta de Andalucía que afirma que «no hay un documento concreto en el que se regule y articule la gestión», es decir, que no hay plan de usos como tal, a pesar de que hubo un intento de hacerlo en 1999 pero no se concretó y, por tanto, no sería «válido desde el punto de vista administrativo».

Precisamente ayer la plataforma que reivindica la titularidad pública de la Mezquita --y que formuló la queja al defensor por lo que considera «la desnaturalización» del monumento y el intento del Cabildo por borrar su huella andalusí-- se congratulaba de la respuesta de Jesús Maeztu sobre la necesidad de elaborar ese plan director que «ponga fin a las continuas arbitrariedades del Cabildo», dice en un comunicado, y que ordene los usos culturales y turísticos del monumento.

El Cabildo, por su parte, ha negado estos días la mayor al asegurar que no solo hay ya un plan de usos o un plan director de la Mezquita, sino que lleva vigente desde el año 2003 y ha regido las principales decisiones que han afectado al edificio estos años. «Ofende y miente quien afirma que el Cabildo actúa de forma unilateral en el cuidado del templo», declaró hace unos días José Juan Jiménez Güeto, que explica que la Catedral de Córdoba fue una de las primeras en España en contar con un plan director, en virtud de un convenio firmado con la entonces ministra de Cultura, Esperanza Aguirre (y prorrogado por su sucesora Carmen Calvo) dentro del Plan Nacional de Catedrales. Es más, el representante del Cabildo asegura que se está trabajando desde hace meses en la modernización de ese documento y que se está haciendo de manera conjunta con la Delegación de Cultura. Ayer fue imposible, pese a los intentos de este medio, ponerse en contacto con el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Francisco Alcalde, quien podría despejar algunas de las dudas que se plantean sobre el plan de usos. La nueva polémica, en todo caso, está servida.