De las 69.455 personas desempleadas registradas por el SEPE en septiembre (últimos datos disponibles), 33.435 tenían más de 45 años, es decir, el 48,14%. Además, 41.407 del total de parados de la provincia eran mujeres, lo que representa el 59,6%. Estos son los dos principales rasgos del perfil de la persona parada en la provincia de Córdoba: mujer y mayor de 45 años. De hecho, es el mismo perfil que el Informe del Mercado de Trabajo de Córdoba del Observatorio de las Ocupaciones del SEPE recogía en 2018 y que tampoco variaba con respecto a años anteriores. Dicho perfil corresponde a una mujer de 45 a 54 años de edad, con nivel formativo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que lleva más de un año demandando empleo y procedente del sector servicios.

Edad

En todos los tramos de edad las mujeres en paro de la provincia superan a los hombres. El intervalo de edad donde más paro se concentra es entre 45 a 54 años, con 17.437 parados, de los que prácticamente el 62% son mujeres. El siguiente tramo con más paro es el de quienes a finales de 2018 tenían 55 o más años, que alcanzaban la cifra de 15.009 personas, siendo más del 53% mujeres. Por último, el tramo con menos paro, el de 16 a 24 años, registraba 5.629 parados, donde el 55% son mujeres.

Estas cifras ponen de manifiesto cómo las probabilidades de una mujer de encontrar empleo disminuyen con la edad. Tanto es así que, si observamos las cifras de desempleo de quienes no han trabajado con anterioridad pero desean hacerlo (sin empleo anterior) correspondientes al pasado septiembre, en el tramo de 30 a 44 años se registraban 245 hombres frente a 626 mujeres y si miramos a los mayores de 45 solo se contabilizan 317 hombres, frente a 1.780 mujeres.

Formación

El grueso del número de parados de la provincia, atendiendo a su nivel de formación, se concentra en los estudios primarios o no acreditados y en la ESO, que agrupan el 65 % del paro registrado. Le sigue el nivel universitario que, no obstante, registraba el menor descenso de parados respecto del año 2017.

En el capítulo de contratos de este informe se constata que es característico del mercado de trabajo cordobés que en los niveles de formación de estudios superiores, principalmente en el nivel universitario, se contrata más con mujeres que con hombres. Sin embargo, cuando hablamos de paro registrado, se observa que entre los parados con nivel formativo universitario, más del 70% son mujeres, porcentaje que ronda también entre las paradas con niveles formativos de formación profesional.

Larga duración

Los parados de larga duración (PLD) son aquellos demandantes en situación de paro cuya antigüedad de la demanda es superior a 365 días.

Los parados de larga duración en la provincia suponían a finales de 2018 el 40,09% (41,80% en 2017) del total de parados, hasta alcanzar la cifra de 26.759 personas en esta situación, 2.834 menos (-9,58%) que a finales de 2017.

Las mujeres que a finales de 2018 llevaban más de 365 días demandando empleo representaban el 66,93% (17.911) del total del paro de larga duración en la provincia. La situación, incluso, se acentúa entre las mujeres paradas de larga duración, que a finales del año 2018 llevaban más de dos años en paro (11.661).

Entre los parados de larga duración, la distribución por nivel formativo es similar en porcentaje a la que registra el total de parados de la provincia. Los niveles estudios primarios o no acreditados y en la ESO agrupan el 67% del paro registrado de larga duración. En todos los niveles educativos, las mujeres en esta situación superan a los hombres.

Sectores

El perfil de la persona parada es el de una mujer que ha trabajado o busca empleo en el sector servicios.

De las 43.047 personas desempleadas del sector servicios a fecha de septiembre, 29.312 son mujeres (68%), esta cifra supone el 42,2% del total de personas desempleadas de la provincia y el 70.78% del total de mujeres desempleadas de Córdoba.

Estas cifras siguen la tendencia registrada en años anteriores. Así, la demanda de empleo se orienta mayoritariamente a este sector hasta agrupar a finales de 2018 más del 63% del paro registrado. El peso que este sector tiene en la demanda de empleo de los parados aumenta progresivamente. Si en 2007 representaba el 47%, desde entonces no ha dejado de crecer.