Una de las primeras reivindicaciones del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) que se va a encontrar el equipo de gobierno que se conforme tras las recién celebradas elecciones municipales es la relativa a la vía pública, sobre la que lleva realizando demandas desde hace tiempo sin obtener los resultados esperados. Este órgano de participación, al ver que la respuesta a sus peticiones ha sido «insuficiente», en su último pleno adoptó el acuerdo de exigir diez medidas que considera necesarias para poner freno al «abuso» que se está haciendo de la vía pública, según ha explicado su presidente, Juan Andrés de Gracia. Una de esas medidas es la de constituir «de forma inmediata una ventanilla única sobre vía pública que recoja las denuncias que existan al respecto». Además, esa ventanilla única debe garantizar la elaboración de los informes preceptivos que sean necesarios «evitando las puertas traseras y la incoherencia en el tratamiento de las normas». El CMC considera imprescindible la creación de una concejalía específica.

Para el CMC es urgente la aplicación de las ordenanzas relacionadas con la vía pública «en defensa del interés general y no de los privativos, lucrativos y particulares» mientras se revisan y se elabora una «ordenanza marco». Una tercera medida que plantea es la de definir los derechos de los vecinos, dedicando especial atención a residentes, comercio de cercanía y al negocio de barrio, y limitar el uso de la vía pública a otras entidades cuando la utilicen para «fines ajenos al territorio donde pretenden realizar su actividad».

El CMC quiere que durante el último trimestre del año el Ayuntamiento elabore un calendario con los actos previstos a lo largo del ejercicio y que no se autoricen los que atenten contra la convivencia vecinal. Previamente, los consejos de distrito afectados deben ser consultados para que valoren la idoneidad de los actos, que, además, no han de concentrarse en el centro o en el conjunto histórico. En este sentido, el CMC insiste en que se asuman las conclusiones de la mesa del casco histórico, una de ellas, que no haya palcos en el entorno de la Puerta del Puente y de la Mezquita-Catedral, donde recomienda sillas.