Con los brotes por coronavirus descontrolados ya en varias comunidades de España y el ocio nocturno y las concentraciones juveniles en el foco de atención como aparente punto de unión entre muchos de los casos, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, se reunirá mañana con los alcaldes de las ocho capitales andaluzas para estudiar qué medidas adoptar para intentar frenar el avance de los contagios. La reunión será la base para el debate que se planteará este martes en el seno del Consejo de Gobierno, donde se decidirá sobre la posible limitación del ocio nocturno en los locales cerrados, como planteó días atrás el consejero de Salud, Jesús Aguirre, que recordó que en estos recintos a diferencia de en espacios abiertos «la posibilidad de contagio por vía aérea es 19 veces mayor». La comisión de evaluación de la Junta abordará dos asuntos que los técnicos de Salud Pública tienen que valorar, el ocio nocturno y los botellones, otro foco de brotes importante que Moreno parece dispuesto a prohibir en todas las circunstancias (hasta ahora, la prohibición afecta a los cascos urbanos).

El brote relacionado con la fiesta de fin de curso de un colegio privado en una discoteca de Córdoba, que acumula ya más de un centenar de positivos, ha sido uno de los desencadenantes de la revisión de las normas. El objetivo en este momento, tras varias semanas de debate público y sucesivas noticias sobre el incremento paulatino de los positivos, es realizar un diagnóstico de la situación, con ayuda de los técnicos y de los alcaldes, antes de trasladar la cuestión al Consejo de Gobierno.

En su reciente visita a Córdoba, Moreno Bonilla ya realizó un llamamiento público al cumplimiento de las normas dirigido especialmente a los jóvenes, más dados a la relajación en las medidas de protección, sin descartar el confinamiento total o parcial en caso necesario, si bien en declaraciones posteriores ha abogado más por acotar los puntos conflictivos para evitar la reclusión total vivida en los meses de marzo a abril, considerando que la incidencia de los nuevos casos es menor a la registrada en los meses previos. Cabe recordar que, hasta el momento, la mayoría de los positivos detectados se dan en jóvenes y cursan de forma asintomática o con síntomas muy leves por lo que no están requiriendo hospitalización, aunque se han producido nuevas muertes en los últimos días. El verdadero problema surgiría si esos contagios saltaran a la población de más edad que representa la de mayor riesgo frente al coronavirus.

A la espera de instrucciones, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ya mostró el viernes su disposición total a aplicar medidas tajantes si así lo establece la Junta aunque aludió sobre todo al botellón. Consciente de que «Córdoba es muy grande y tiene muchos rincones», recordó que «el botellón lleva prohibido mucho tiempo» y aprovechó para lanzar un aviso a navegantes que si él fuera un chaval joven, «yo no haría botellón».

En ese contexto, el sector del ocio nocturno andaluz y también el cordobés, afectado por el brote más numeroso de Andalucía, cree que la solución no puede ser clausurar las discotecas. «Si hay un brote en una empresa, no se cierran todas las empresas», señala Rubén Quevedo, propietario del Grupo Góngora, del que forma parte la discoteca Babylonia, y portavoz del ocio nocturno de Hostecor, «del mismo modo, si un local presenta un brote hay que cerrar y tomar las medidas oportunas en ese establecimiento, no en todos». La patronal hostelera cordobesa recuerda que el sector está afrontando unas pérdidas importantes, con unos niveles de facturación de apenas el 30% de un año normal y que «están en juego muchos puestos de trabajo».

En su opinión, «la situación exige buscar soluciones» entre las que plantean la instalación de un registro sanitario mediante el cual quede documentada la identidad de las personas que visitan cada día los locales de forma que si se produce un contagio sea posible realizar el rastreo de contactos de un modo rápido. Pese al «vacío legal» que existe al respecto, algunos empresarios han empezado ya a tomar la temperatura a la entrada de sus establecimientos de forma que si se detecta a alguien con más de 37,3º no se le deja entrar. Además, están dispuestos, según Rubén Quevedo, a invertir en la instalación de unos sistemas de depuración del aire acondicionado que ya se están utilizando en otras comunidades y que permiten la desinfección del aire a través de unos filtros que producen unos iones capaz de matar cualquier virus o bacteria. Se trata de una tecnología basada en el uso de plasma frío utilizada hasta ahora en aviones y quirófanos.

Los empresarios reclaman a la Junta de Andalucía «que se aclare y que no criminalice al sector» y recuerdan que «solo el 2% de los brotes registrados en España están relacionados directamente con locales de ocio nocturno». En cuanto al comportamiento que observan en sus establecimientos, Rubén Quevedo asegura que «la gran mayoría de los jóvenes actúan de forma cívica y cumplen las normas de seguridad, pero siempre hay un pequeño tanto por ciento al que hay que recordar que el uso de la mascarilla es obligatorio».

Unos jóvenes, en una terraza de noche. FOTO: A.J. GONZÁLEZ