El colectivo de monitoras escolares (más del 90% mujeres) de los colegios públicos cordobeses, personal «fijo discontinuo» que trabaja en tareas administrativas en los colegios públicos, denunció ayer a través de sus representantes de CCOO la «precariedad laboral» que sufren, con salarios de entre 340 y 800 euros por contratos de entre 10 y 20 horas semanales y cuando llega junio firman el despido y la reincorporación en septiembre, cuando vuelven al trabajo. Según los datos facilitados, en Andalucía hay 427 afectados, 32 en Córdoba. Más de la mitad trabajan en más de un colegio sin que se les abone nada por esos desplazamientos, explican. 85 centros de Córdoba comparten monitores. Su situación afecta a la calidad de la enseñanza pública, señalan, «ya que las vacaciones nos las tomamos en periodo lectivo», dejando sin ese personal a los centros.

Las primeras protestas para reclamar un empleo estable serán mañana, cuando están convocadas concentraciones en las delegaciones de Educación.