Los miembros del consejo de administración de Cecosam no solo contarán el lunes próximo con el estudio de viabilidad del nuevo tanatorio, sino que dispondrán de un informe de la responsable del departamento de administración, donde se certifica que hay contabilidades separadas para cada una de las actividades económicas de Cecosam (tanatorio, crematorio y cementerio), y la licencia urbanística --solicitada a finales de febrero y otorgada por Urbanismo en agosto-- con la resolución completa y las alegaciones presentadas.

La concesión de la licencia urbanística ha sido muy criticada tanto por el PP como por la empresa Tanatorios de Córdoba, que considera que el proceso administrativo para dicha concesión ha estado plagado de «irregularidades».

El proyecto arquitectónico del futuro tanatorio, obra del arquitecto Rafael Castelló, deberá someterse a algunos cambios y adaptaciones a la normativa urbanística. Entre ellos, lo exigido por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que advierte que la edificación deberá tener en cuenta «el riesgo y el tipo de inundación existente» para lo que tendrá que incluir «accesibilidad en situación de emergencia». Asimismo, el proyecto arquitectónico ha sufrido algunos cambios en su fachada para adaptarse a los criterios de Urbanismo, que pide que se respete parte del muro actual del cementerio de San Rafael.

Por supuesto, antes de iniciarse la construcción del tanatorio tendrán que hacerse los estudios arqueológicos pertinentes, y en el plazo de un año y antes del inicio de la obra, tendrá que presentarse un proyecto de ejecución, el estudio de seguridad y salud, así como la comunicación de los técnicos encargados de la dirección de obra y el de seguridad y salud. I.M.