A finales de enero sorprendía la noticia de la muerte del diseñador cordobés Elio Berhanyer, el último gran nombre de la historia de la moda española y cuya huella se ha dejado notar en algunos de los modistos cordobeses actuales, que se sienten «orgullosos» del legado que deja uno de los diseñadores con más prestigio internacional, que vistió a la alta sociedad española y celebridades, entre ellas, la Reina Sofía y Ava Gadner, y al que «no se le ha reconocido suficientemente».

Pese a esta triste ausencia, el mundo de la moda en Córdoba goza de algunos nombres que siguen la estela internacional de Berhanyer, aunque no puede decirse que la provincia sea especialmente importante en este sector, en el que se están dando pequeños pasos, pero al que aún le queda mucho camino por andar. Y uno de esos nombres es Palomo Spain, un joven de Posadas que en apenas tres años ha mostrado sus diseños en las grandes pasarelas del mundo. «Siempre le he tenido mucho respeto y estima a Elio Berhanyer», dice el diseñador, que recuerda que pertenecía a esa escuela de modistos como Pertegaz o Balenciaga, «de la que yo he aprendido mucho». «Su legado es muy importante en la moda española» y, de alguna manera, «me he sentido influido por él y creo que tenemos muchos puntos en común, empezando por nuestras raíces», continúa Palomo Spain, que siente una gran predilección por el blanco y negro, las plumas o los lunares, «también muy característicos del trabajo de Berhanyer».

LA INDUSTRIA

En cuanto al sector de la moda en Córdoba, el modisto de Posadas cree que «hay sitios como Fuente Palmera donde la industria de la moda funciona muy bien», aunque muy alejado del «lujo», algo que cuesta no solo en Córdoba, sino en España en general, donde «no hay una cultura de invertir en prendas que duren toda la vida». De cualquier forma, para triunfar en este mundo hay que traspasar fronteras, como hizo Berhanyer, aunque «depende de tu público», asegura Palomo Spain, que añade que en Córdoba se puede llevar acabo todo el proceso, pero luego hay que mostrar las creaciones en las grandes capitales como Nueva York o París, y encontrar el camino no es fácil.

Y desde Elio Berhanyer a Palomo Spain han pasado muchos años y muchas modas. «Creo que respondemos al momento, a lo que pasa a nuestro alrededor», aunque, asegura el diseñador, «tenemos un respeto común por la costura, por la ropa bien hecha, por ese valor de la chaqueta y el abrigo bien armado». «Él era muy avanzado, estuvo muy alineado con los diseñadores franceses de vanguardia, con sus geometrías y las faldas cortas, algo que, imagino, en aquellos años era muy provocador», continúa Palomo Spain, que reconoce que él busca «provocar felicidad, reacciones», pero nada que tenga que ver con «hacer sentir incómodo a nadie».

Otra diseñadora cordobesa que ha traspasado fronteras en Juana Martín, que reconoce que Berhanyer «ha sido un maestro entre los maestros y una de las personas que en la época de esplendor de la alta costura representaba a España», aunque lamenta que «no se le ha dado el sitio que realmente merecía». «Su bien hacer» es su legado, asegura Martín, que recuerda que «fue único, el que exportaba e hizo algo que ha quedado para la historia».

Al contrario que Berhanyer, Martín ha decidido trabajar desde Córdoba, «donde hay muchos diseñadores que luchamos por salir adelante», pero «aquí no hay industria», dice, lo que no impide a la diseñadora mostrar sus creaciones en importantes pasarelas como Madrid y París. «Hacemos patria fuera de Córdoba, pero ni los cordobeses ni las instituciones conocen el esfuerzo tan grande que hay detrás de nuestro trabajo», asegura. Para la diseñadora, la moda en Córdoba sería un negocio rentable si las administraciones apostaran más por la cultura, «porque la moda es cultura y esta ciudad tiene cuatro títulos Patrimonio de la Humanidad», recuerda la modista, que subraya que Córdoba «es una fuente de inspiración continua». «Somos embajadores de nuestra tierra y nos deberían apoyar más», de hecho el último desfile de Martín estuvo dedicado a Medina Azahara y pudo verlo toda la prensa internacional.

Para Ana Torres, que lleva más de 40 años en el mundo de la alta costura, Berhanyer «ha sido un referente para todos los que empezábamos en aquellos tiempos», aunque, como Juana Martín, opina que «no se le ha mimado como se debía».

«Era muy interesante escucharlo porque tenía una gran inteligencia», rememora Torres, que lo califica como una «personal especial», añadiendo que «nunca ningún modisto cordobés ha llegado tan alto». En cuanto a su legado, Torres se inclina por dar importancia, sobre todo, a la elegancia que imprimía a la mujer. «Eran patrones perfectos y fue muy innovador», dice Torres, que considera que el sector de la moda va «creciendo» en Córdoba. «Nos han invadido los chinos y ya no se le da tanta importancia al vestir», subraya la modista, que también lleva fuera de Córdoba sus modelos.