Es un modelo piloto en Córdoba que está dando muy buenos resultados y cuya demanda no deja de crecer a juzgar por los datos de Vimcorsa, que asegura que es cuatro veces mayor de la oferta disponible. Se trata de minipisos de alquiler bajo (entre 150 y 203 euros) en un edificio que incluye una variada oferta de servicios pensados para las personas mayores como fisioterapia, peluquería, formación... Quien lo necesita tiene además opción a alquilar a un módico precio una plaza de garage o un trastero donde guardar todos los muebles o enseres que poblaron viviendas anteriores y que ya no tienen espacio en un piso tan pequeño. A diferencia del cohousing, de promoción privada, este formato está auspiciado por el Ayuntamiento, que es quien gestiona a través de su bolsa de vivienda pública quién ocupa estos pisos de 45 a 50 metros cuadrados.

Los beneficios para el usuario son los mismos. Nadie se siente solo si no quiere, tiene a su alcance todo lo que necesita, paga un alquiler acorde a su pensión y disfruta de unos espacios comunes para su esparcimiento nada despreciables. Los beneficios para el conjunto de la sociedad son mayores, ya que la propiedad de estos pisos es pública, de manera que la rotación está garantizada entre todos aquellos que demandan una vivienda y cumplen los requisitos. Además, es factible para quien no tiene dinero con el que construir un edificio a su gusto.