Janet Peña abrió su minimarket el pasado 8 de septiembre en la calle Huerta del Recuero 3. «No tenía trabajo, así que hice algunos cursos con Cruz Roja y ellos me ayudaron mucho para poder emprender, les estoy muy agradecida, me orientaron para la parte empresarial y el estudio de mercado», explica. De origen venezolano, en su país tenía un negocio de suministros médicos, pero decidió cambiar el tercio y dedicarse a vender otro tipo de productos básicos cuya demanda no se ha visto afectada por la pandemia. «Vendo comida, bebidas, pan, fruta y, próximamente, bocadillos», señala. Su proyecto inicial, comenta Janet, era realizar un automercado 24 horas, «algo que existe en mi país y que aquí no se da, pero que creo que tendría mucho potencial en un momento como este». El coste inicial era más elevado por la necesidad de personal que implicaba, por lo que decidió empezar con un mercado y avanzar poco a poco. «Mis clientes son personas que trabajan mucho y van a toda velocidad y jubilados que quieren un trato y un producto cercano, de calidad, además de bares a los que suministro también».