FECHA DE NACIMIENTO 1965

TRAYECTORIA DESDE 1988 SE DEDICA PROFESIONALMENTE A LA IMAGINERIA RELIGIOSA

Tras un gran bagaje profesional con obras por toda España, el imaginero Miguel Angel González Jurado deja en Córdoba un Crucificado que no ha pasado desapercibido para los amantes del arte religioso. Se trata del Cristo de la Sed, una obra encargada por el sacerdote Fernando Cruz Conde para el convento de las monjas carmelitas descalzas de Santa Ana.

--Descríbanos brevemente al Cristo de la Sed.

--Está basado en una experiencia mística que experimentó la madre Teresa de Calcuta. A partir de ahí muestro a Cristo extendiendo su mano para ofrecer su amor a los hombres.

--¿Qué destacaría de esta obra?

--Creo que es una pieza de imaginería con todo lo que ello conlleva, es decir, la obra como vehículo de servicio a la fe.

--¿Está usted contento con el resultado de la imagen?

--Estoy muy contento, tengo que decir que probablemente sea la obra con la que más he sufrido, la que más me ha costado y la que más satisfecho me ha dejado desde un primer momento.

--Ha utilizado muchas técnicas contemporáneas en esta obra. ¿Cree que la imaginería clásica está llegando a su fin?

--No, para nada, porque el cliente que encarga imaginería demanda imaginería clásica.

--Pero usted ha sido muy innovador en esta obra.

--Yo me impregno de lo que me rodea, a mí me apasiona el arte contemporáneo y a la mínima oportunidad que tienes lo vuelcas. En esta obra he llegado hasta donde yo creía que me podía permitir el cliente, no olvidemos que es un Cristo para un convento, por lo que sabía que tenía que guardar ese equilibrio entre elementos contemporáneos y elementos tradicionales. Para mí ha sido un reto el poder utilizar en el sudario materiales como fibras, usar chapa oxidada o poder desarrollar la idea de mostrar a Cristo con el brazo extendido.

--¿Qué ha significado para usted a nivel personal y profesional esta imagen?

--A nivel personal, una gran satisfacción de ver que eres capaz de salir victorioso de un reto importante; y a nivel profesional, mi consagración ante mí mismo como un profesional que ha llegado a su madurez artística.

--Desde esta madurez, ¿qué les diría a los jóvenes que sueñan con ser imagineros?

--Que luchen con todas sus fuerzas por el sueño, porque es la única manera de conseguirlo. Con el tiempo se darán cuenta de que el camino no es fácil ni incluso cuando ya piensas que lo has conseguido.