La Asociación Amigos de los Hermanos de la Cruz Blanca ha elaborado hoy sus tradicionales migas en la antesala de la Navidad para agradecer la labor de más de 300 voluntarios que colaboran habitualmente en la Casa Familiar San Francisco de Asís que la Fundación de los Hermanos fransciscanos de la Cruz Blanca tiene en Córdoba, donde actualmente residen 55 personas, algunas de ellas gravemente afectadas, y otras 14 hacen uso de su centro de día.

Una jornada emotiva y festiva en la que los verdaderos protagonistas son estos voluntarios, a los que de esta manera se les quiere reconocer y agradecer su importante labor, como ha explicado el presidente de esta Asociación, Miguel Ángel Caracuel. Para ello, un equipo de 14 personas llevan trabajando desde ayer para que todo estuviera hoy listo, y para poder preparar varios peroles de migas en los que, en esta ocasión, se han utilizado 80 kilos de pan, 14 de panceta, 14 de chorizo y 10 kilos de ajos.

Acompañando a las migas, la actuación del coro Aromas de Azahar del Parque Figueroa, de la que también han podido disfrutar los voluntarios de todas las edades con los que cuenta esta asociación, que tiene también 350 socios, indica Caracuel, aunque hoy el público mayoritario ha estado formado por los voluntarios de mayor edad.

Junto a ellos, varias autoridades y representantes públicos, como el consejero de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre; el alcalde de Córdoba, José María Bellido; la primera teniente de alcalde, Isabel Albás; la portavoz municipal del PSOE y exalcaldesa, Isabel Ambrosio; la exconsejera y exalcaldesa Rosa Aguilar; el exrector de la UCO Eugenio Domínguez; el teniente coronal jefe de la Guardia Civil de Córdoba, Juan Carretero; y el recientemente reelegido presidente de la Audiencia Provincial, Sánchez-Zamorano; quienes también han dado buena cuenta de las migas, como los cerca de 400 asistentes a este acto solidario.

Acto que ya es una tradición en Córdoba y que no busca, en esta ocasión, recaudar fondos, sino agradecer la labor, sobre todo, de los voluntarios; así como de otras entidades que colaboran en la importante labor social que se realiza desde esta casa cordobesa de la Cruz Blanca.

No en vano, y como ha recordado el Hermano Isidoro Macías Martín, más conocido como Padre Patera, ya jubilado y que lleva tres años destinado en esta casa familiar de Córdoba "si Dios nos tiene que juzgar, nos juzgará no por las veces que hayamos ido a misa, o las veces que hayamos rezado el rosario, sino por el amor que hayamos dado a los demás".