Viajar al pasado de la Mezquita-Catedral y recorrer gráficamente el edificio a través de planimetría en tres dimensiones y del conjunto de hallazgos arqueológicos recopilados a lo largo de los años. Desnudar el edificio para conocer todas sus capas y hacerlo no solo recorriendo la planta actual sino mirando al suelo para inspeccionar los resultados de todas las excavaciones realizadas.

Ese es el ambicioso proyecto que se ha propuesto el Cabildo de Córdoba y que ayer se presentó en el marco del congreso Arqueología y Arquitectura en la Mezquita Catedral. Del Complejo Episcopal a la Macsura. Según Alberto León Muñoz, profesor de la Universidad de Córdoba y coordinador de las jornadas, estas pretenden «presentar al público los resultados y la interpretación de las investigaciones arqueológicas realizadas en el monumento» porque, subrayó, «la arqueología no se ciñe solo a la excavación sino que se fundamenta en el análisis de la arquitectura y de los elementos que se conservan». Con este planteamiento, desde el 2014, el ingeniero Rafael Ortiz Cordero trabaja codo con codo con los arqueólogos para documentar milimétricamente no solo el principio y el fin de la excavación, como se hace habitualmente, sino de forma pionera cada fase de la misma, «realizando ortografías de alta calidad con las que se están dibujando planos hasta ahora inviables», ha explicado, «de lo que se ve y de lo que no se ve».

En su ponencia de ayer, Ortiz Cordero expuso la revolución que ha supuesto la aplicación de las nuevas tecnologías en el campo de la arqueología, «ya que se puede documentar de forma muy precisa cada hallazgo con un ahorro de tiempo (en el mismo tiempo, cinco veces más de superficie) para obtener un registro 4D (incluido el tiempo) exacto de cara a futuras generaciones, que dispondrán de planos exactos». Justo lo que los arqueólogos actuales echan de menos de las investigaciones y excavaciones pasadas. Según el ingeniero, el estudio de los planos ha revelado errores de altura en la forma de las bóvedas y otros parámetros por la inexactitud de los antiguos sistemas de medición, si bien «una de las lagunas que tenemos son los resultados de las excavaciones realizadas por Pedro Marfil, sobre todo, en el Patio de los Naranjos, porque no las ha entregado aún», lamentó.

Según León Muñoz, «en arqueología solo se puede excavar una vez un yacimiento para ver los sedimentos», un momento crucial que deja una cantidad de información que no siempre se es capaz de procesar y que con este nuevo sistema pasará como legado a quienes vengan detrás.

MACSURA / De momento, en internet se puede consultar ya la excavación de la puerta de la nave 17 y lo próximo será la investigación de la Macsura, que ha aclarado cuestiones que han sido motivo de controversia durante años como que «las bóvedas nervadas, presentes en las zonas nobles de la Mezquita, no tenían una función meramente ornamental sino estructural y de soporte». El objetivo es exponer los resultados de toda investigación, pasada y futura, «sin restricciones» en una especie de «portal de transparencia» o base de datos para que cualquier persona del mundo «pueda consultarla para investigar, comparar datos o contrastarlos con otras excavaciones», afirma el ingeniero del edificio. Por primera vez, «todos los planos estarán georrreferenciados, colocados en sus coordenadas en el espacio, algo que no ocurre en ningún plano de catedral».

COMPLEJO EPISCOPAL / Alberto León Muñoz ofrecerá hoy una ponencia sobre las evidencias arqueológicas que constatan la existencia de un complejo episcopal anterior a la Mezquita en la zona que los árabes ocuparon para levantarla. «No hay lugar a dudas», sentencia, «había un complejo episcopal, un barrio extenso con los elementos propios de estos espacios como un baptisterio, el palacio del obispo, una o varias basílicas y espacios de residencia para los miembros del cabildo». Según la interpretación de las excavaciones realizadas, «la Córdoba omeya aplicó modelos usados en Oriente para legitimar sus gobiernos en Al Andalus, de forma que ocupaban espacios de poder como el complejo episcopal de la ciudad para después comprar, ocupar o destruir una basílica y construir una mezquita».