Pese al auge que desde hace décadas experimentan las cadenas de supermercados y establecimientos de gran superficie, los mercados municipales de abastos se mantienen como una alternativa mucho más natural y tradicional a ojos del consumidor más exigente. Aunque no todo es un camino de rosas. La pasada semana salió de nuevo a la palestra la antigua reivindicación de climatizar el mercado de Ciudad Jardín. Este escollo, que provoca el grave problema de la presencia constante de moscas, junto a la cantidad de puestos vacíos que hay en estos recintos, son, a juicio del vicepresidente de los comerciantes del mercado de la Corredera, José Luis García Heras, los problemas más importantes a los que los estos recintos tienen que hacer frente actualmente en Córdoba. No obstante, Juan Gómez, presidente en funciones de los comerciantes del mercado del Marrubial, también habla de «instalaciones obsoletas» y de la «necesidad de una renovación para atraer a la gente joven, ya que el 70% de nuestra clientela son personas mayores», dice.

Frente a estos aspectos negativos, los mercados municipales tienen entre sus puntos fuertes la cercanía y la confianza con el cliente, al que casi se considera un viejo amigo, y la calidad de los productos, según señala García Heras. «El problema que tenemos es que el Ayuntamiento nos ha dejado de la mano de Dios; sin ir más lejos, el gobierno saliente se reunió con nosotros un mes antes de acabar la legislatura para decirnos que se pondría en marcha el aire acondicionado del mercado de Ciudad Jardín», aunque, se queja el comerciante, «nosotros en La Corredera no tenemos aire acondicionado, sino ventilación por agua, que cuando hace calor no sirve para nada».

En cuanto a los locales cerrados, García Heras muestra su incomprensión ante el problema: «Están solicitados y hay lista de espera, pero no se los dan a nadie, se supone que porque hay algunos problemas de adjudicación y, aunque nos aseguraron que todo estaba en marcha, todo sigue igual», se lamenta. Este problema también se da en el resto de los mercados municipales de abastos de Córdoba, lo que para Pilar Rodríguez, pescadera del de Ciudad Jardín «es una pena porque da muy mala imagen». Al respecto, Gómez señala que «no se dan facilidades» y, además, «no hay un lugar donde poder informarse de cómo tener un local en un mercado».

VOTO DE CONFIANZA // Tanto García Heras como Rodríguez y Gómez quieren dar un voto de confianza al nuevo gobierno: «Nos han dicho que se va a solucionar», dice la pescadera, que recuerda que llevan reclamando la climatización en Ciudad Jardín desde el 2004, pero «hasta ahora solo nos han engañado». Al respecto, el responsable municipal de este área, Antonio Álvarez, señala que, por el momento, «vamos a continuar el trabajo que se había iniciado y con el que nos hemos encontrado». Así, respecto al mercado de Ciudad Jardín, se seguirá con el objetivo de crear un punto limpio, «para lo que ya se han dado los primeros pasos», dice Alvarez. Mientras tanto, se realizará una limpieza especial a los contenedores, lo más preocupante para Rodríguez por la presencia de moscas: «Los contenedores no se limpian bien, los vecinos echan constantemente basura y en verano se convierte en algo insoportable».

Este punto limpio, según Álvarez, significará la retirada de estos contenedores, lo que posibilitaría la ampliación de la zona de aparcamientos, «lo que favorecerá las ventas», ya que este es otro de los incovenientes de las plazas de abasto y que en la Corredera consideran «inevitable» por el lugar donde se ubica el mercado. En cuanto a la climatización del recinto de Ciudad Jardín, Álvarez asegura que las obras se iniciarán en una fase previa a final de noviembre, pararían en Navidad para no ocasionar problemas con las ventas y después se continuaría para estar finalizad en el primer trimestre del año.

«PIEZAS FUNDAMENTALES» // «Creo que los mercados de abastos son suficientemente importantes para que el Ayuntamiento colabore con ellos, pero aquí en Córdoba no se está haciendo», reclama García Heras, que asegura que estos recintos «son piezas fundamentales de las ciudades», incluso turísticamente hablando. «Hay empresas turísticas que promocionan nuestra grastronomía desde el mercado», continua el comerciante, que también se queja del «exceso de grandes superficies en Córdoba, que ha sido la apuesta del Ayuntamiento». En este sentido, Gómez, que ha heredado el negocio de su padre, asegura que «es triste que no se fomente esta forma de comercio», que en el Marrubial ha sido «el motor del barrio».

Pese a todo, continúa el comerciante de La Corredera, «estamos intentando que esto aguante», aunque «creo que un mercado en el casco histórico, en un sitio tan emblemático, habría que cuidarlo, que estuviera bonito, sobre todo, en lo que se refiere a los locales cerrados». En este sentido, Álvarez señala que este problema «se va a estudiar», aunque, matiza, la situación en cada mercado «es diferente».

En La Corredera, dice, «la adjudicación de nuevos puestos está pendiente de que se determine si se llevará a cabo una nueva actuación de remodelación que plantea la posibilidad de albergar una zona de ocio». Por otro lado, en el mercado del Sector Sur también se ha planteado «la posibilidad de crear un área de productos secos e imperecederos», mientras que en Ciudad Jardín «también se hará alguna actuación para la adjudicación de locales» y en el Marrubial «antes hay que acometer obras de reparación de goteras y filtraciones», continúa el concejal, que asegura que seguirá manteniendo reuniones con los comerciantes que aseguran que «con que nos ayuden un poquito es suficiente».