El mercado residencial se está reactivando pero se encuentra muy lejos aún de los niveles de la etapa previa a la crisis. Indicadores como los proyectos, licencias, compraventas, hipotecas y precios van subiendo poco a poco pero se encuentran a años luz de hace una década, con una diferencia media que supera el 60%. Basta solo ver la evolución que ha tenido el empleo. Hace diez años había 43.500 personas ocupadas en el sector de la construcción en Córdoba mientras que al final del año pasado la cifra era solo de 13.300, lo que se traduce en una caída de casi el 70%. A pesar de la recuperación que se detecta, el empleo sigue estando bajo mínimos e incluso descendió un 3,6% en el último trimestre del 2017, último dato disponible en la Encuesta de Población Activa.

La situación que vive Córdoba es ahora mismo de «estabilidad» según la Sociedad de Tasación, que en su último mapa del «tiempo urbanístico» no detecta grandes operaciones inmobiliarias en la provincia. Por empezar por el principio, por los proyectos de viviendas visados por los arquitectos, que han ido aumentando tras los peores años de la crisis, durante el 2017 acabaron más o menos igual que en el 2016, es decir, se estabilizaron. El Colegio de Arquitectos contabilizó en todo el ejercicio 774 proyectos entre capital y provincia, el doble de lo que hubo en el peor año de la crisis, el 2013. Aun así, diez años antes, el número de pisos visados era de 7.252 (y de más de 10.250 en el año de la burbuja, el 2006), por lo que desde entonces hasta ahora la actividad de los arquitectos cordobeses ha descendido un 90%.

LICENCIAS/ En cuanto a las licencias, dentro de las que están las de obra nueva y rehabilitación, Urbanismo lleva dando más desde el 2014 (un 36%). Durante el 2017, el organismo municipal concedió 839 permisos de todo tipo, un 9% más que un año antes. Sin embargo, una década antes Urbanismo llegó a iniciar hasta 7.008 expedientes de licencias, por lo que la diferencia es abismal y se traduce en un 88% más de permisos que ahora.

Las compraventas se van recuperando y aumentaron el año pasado un 19% en relación al 2016, según los últimos datos del INE. El 2017 se cerró con 5.722 pisos vendidos, cifra que no está mal, aunque vuelve a quedar en casi nada si se compara con la de una década antes, momento en el que se alcanzaron las 11.015 transmisiones, casi el doble (un 48% más). La vivienda nueva es la que peor comportamiento ha tenido. Con la crisis, las operaciones de compraventa de pisos a estrenar fueron las que más se frenaron. El año pasado solo hubo 794 transacciones, un 15% más que un año antes, pero un 85% menos que en el 2007. En cambio, los pisos de segunda mano son los que tiran de las ventas. Hasta 4.928 compraventas de pisos usados, un 20% más que en el 2016, hubo el año pasado, cantidad que en este caso no dista tanto de la registrada en el 2007, 5.825, con la que solo hay una diferencia del 15%. Las ventas de VPO también se animaron, creciendo un 16%, aunque fueron la mitad que diez años antes.

La evolución de las hipotecas es similar. Hasta noviembre, último dato ofrecido por el INE (diciembre sale el 28 de febrero), la subida registrada en las hipotecas fue del 2,6% en relación al 2016. Entre enero y noviembre se constituyeron 4.321 hipotecas, un 73% menos que una década antes (16.581).

Los precios continúan un ritmo ascendente pero son mucho más bajos que hace diez años y varían según la fuente. Tinsa fijaba el metro cuadrado a 947 euros a final del 2017 en la provincia, un 3,5% más que un año antes. Sin embargo, en el 2007 el metro costaba 1.635 euros, por lo que se ha abaratado un 42%. En cuanto a la capital, el precio (1.229 euros) se mantuvo más o menos igual que en el 2016 pero un 44% más barato que en el 2007 (2.232).H