Sin dudas, es el mercadillo más inolvidable de Córdoba, no por fastuoso, aunque sea de los más populares, sino porque aquel que se olvide de él las noches del lunes y del martes y no retire el coche del aparcamiento, se va a encontrar con cien euros de pago de la grúa. Algo que no quiere ni el Ayuntamiento, ni los vendedores ni, por supuesto, el vecino multado.

El caso es que ayer comenzó a funcionar en su nueva ubicación el mercado ambulante que martes y viernes se venía celebrando los últimos años en la calle Libertador Sucre, entre el Barrio del Guadalquivir y el Sector Sur, que causaba enormes problemas de tráfico y especialmente para Aucorsa.

Lo mejor

La idea en principio es magnífica porque en el nuevo aparcamiento de 74 plazas creado al final del pasaje de Ubrique da un servicio a los vecinos, libera por fin a la calle Libertador Sucre de ese tapón vial que suponía el mercadillo dos días semanales y, además, dignifica una zona que une urbanísticamente el Barrio del Guadalquivir y el Sector Sur.

Eso sí, hay un inconveniente: los coches de los vecinos se tienen que retirar para la celebración de los mercadillos, y «hombre, a nosotros nos da cosa ver a la grúa trabajar, que a fin de cuentas la gente de aquí son nuestros clientes, son nuestros vecinos, muchos vivimos aquí...», explicaba ayer Manuel Torres, vicepresidente de la asociación de comercio ambulante de Córdoba Ancacor, que propone realizar una campaña informativa en el vecindario para evitar estas situaciones.

Capítulo aparte, en el primer día de la nueva ubicación del mercadillo, tampoco para los comerciantes fueron todos alegrías. Ya ha terminado la campaña navideña y las ventas han caído y, como destacaba Juan Fernández, presidente de la asociación, aunque muchos vendedores estaban contentos otros ubicados en una zona en donde el paso es menor se han quejado mucho, además de detectarse fallos como la falta de poda en algunos árboles. En resumen: no hay que olvidarse de pulir algunas cosas y, sobre todo, de quitar el coche a tiempo.