La joven de 17 años de edad que el viernes pasado sufrió una agresión, presuntamente, a manos de un compañero en el Instituto de Educación Secundaria El Tablero no habría acudido ayer a clase por miedo y por las heridas que le provocó este altercado, según informaron ayer fuentes próximas al caso. En este sentido, las mismas comentaron que la familia no tiene constancia de que el centro haya adoptado medidas sobre el presunto agresor como la expulsión, a pesar de que tras la pelea solicitaron que se actúe para que la estudiante pueda continuar el curso con normalidad.

Este periódico se dirigió ayer a la delegación territorial de Educación para conocer más información sobre el asunto y las fuentes consultadas indicaron que ya se han puesto en marcha los protocolos y las medidas preventivas para garantizar la seguridad de la alumna. No obstante, también puntualizaron que no se difundirán las actuaciones concretas que se incluyen en los citados protocolos.

De otro lado, desde la dirección del centro no respondieron a la petición de información para saber si se ha intervenido con el supuesto agresor.

La pelea entre los dos estudiantes habría provocado a la chica contusiones en la cara y una fractura en una mano, heridas por las que acudió al hospital Reina Sofía antes de interponer una denuncia ante la Policía Nacional. Según relataron fuentes de la familia, este enfrentamiento llegó después de que la joven haya sufrido otras agresiones físicas y verbales por parte del mismo alumno, que se habrían acentuado en los días previos. De este modo, indicaron que unos días antes la chica llegó a encararse con el chaval porque recibía insultos y patadas, y «le chuleaba». El viernes pasado, de acuerdo con la misma fuente, el joven habría acudido al instituto preparado para la pelea «con un anillo grande». Sobre el agresor, también comenta que ya habría cumplido la mayoría de edad y que se trataría de un chaval que está siendo atendido en un centro de protección de menores. La grabación de lo ocurrido por parte de otros compañeros hizo pensar a la familia que la agresión podría haber sido planeada. De acuerdo con su relato de los hechos, un profesor consiguió separar a los implicados en la trifulca, pero no pudo evitar la agresión.