La Asociación Provincial de Personas Sordas de Córdoba celebró ayer en el salón de actos de la Diputación el primero de una larga lista de actos conmemorativos del 50 aniversario de su creación. Aunque actualmente la componen más de 250 socios, la entidad tuvo su primera sede en el bar Mazantini, donde sus fundadores, Manuel del Campo, Alfonso Gracia y Bernardo Crespo, pensaron en la necesidad de idear un proyecto con el que romper barreras y luchar por la igualdad efectiva de las personas sordas. El sacerdote jesuita Francisco Contreras fue uno de los mayores valedores del proyecto en unos años (1964) en los que hablar de igualdad era hablar de una utopía.

El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Isabel Baena, y Salvador Fuentes, vicepresidente de la Diputación, acudieron ayer al acto para reconocer y reivindicar el trabajo de la asociación, "especialmente en un momento de crisis como el actual", destacando todos ellos el esfuerzo realizado por las sucesivas generaciones de personas sordas que han formado parte de la asociación.

Por su parte, la presidenta de la comisión organizadora del aniversario, Inmaculada Agenjo, señaló que actualmente se estima que en Córdoba viven en torno a 1.500 personas sordas y que el principal objetivo de la entidad sigue siendo "trabajar por la sensibilización de la sociedad para que exista una accesibilidad plena y para extender los servicios de intérpretes de sordos en todos los ámbitos" con el fin de garantizar un trato en condiciones de igualdad.