Más de medio millar de estudiantes de la Universidad de Córdoba (UCO) se han beneficiado de las denominadas becas solidarias este curso pasado, que forman parte del 4º plan de becas propias para estudiantes de la Universidad, y que para este año contaban con un presupuesto total inicial de 200.000 euros, aunque el importe finalmente concedido ha ascendido a casi 210.000 euros.

Para la concesión de estas becas se tienen en cuenta dos tipos de requisitos, económicos y académicos, y pueden acceder a ellas los estudiantes de la UCO que, habiendo solicitado la beca de régimen general del Ministerio de Educación, se les haya denegado por no reunir los requisitos académicos (de nota) para obtenerla, ya que los umbrales de renta de estas becas propias son los mismos que los de las becas estatales. De ahí que el plazo de solicitud de estas ayudas fuera del 1 al 15 de abril, una vez que el estudiante sabe si se le ha concedido o no la beca del Ministerio.

En concreto, 503 alumnos de los 758 que presentaron solicitud para estas becas han resultado beneficiarios, pues a 255 (el 33,6%) se les ha denegado por varios motivos. De las solicitudes admitidas, 243 han obtenido beca de matrícula para estudios de grado, 46 para matrícula de máster, y 214 para ayudas de alojamiento y/o transporte, según la resolución definitiva de estas becas que fue aprobada a mediados de julio.

La cifra de 503 solicitudes concedidas este curso representa un 23,9% más respecto a las 406 aprobadas el curso anterior; y si se compara la evolución registrada desde la primera convocatoria de becas solidarias en el curso 2014-2015, el incremento ha sido del 418,55%, pasando de las 97 concedidas aquel año académico a las actuales, como resalta el vicerrector de Estudiantes y Programas de Movilidad de la UCO, Alfonso Zamorano.

«En los cuatro años que han estado vigentes estas becas, que seguiremos manteniendo, siempre se ha superado el presupuesto inicialmente aprobado. Siempre hemos defendido que ningún estudiante de la UCO se quedara sin estudiar por cuestiones económicas y, si cumple los requisitos de falta de recursos en su unidad familiar y ha demostrado un rendimiento académico aceptable, la beca solidaria está asegurada», explica a Diario CÓRDOBA Alfonso Zamorano.

Para el caso de las becas de matrícula de grado, a las que la UCO destinaba una dotación inicial de 120.000 euros que finalmente ha ascendido a 159.131, las ayudas por alumno van desde un mínimo de 38 ó 59 euros, a un máximo de 2.360 (la beca máxima concedida) dependiendo de la matrícula que le corresponde pagar a cada alumno.

Similar disparidad de cantidades por los mismos motivos se da en las becas de matrícula de máster, para las que se han concedido un total de 30.062 euros, la mitad de los 60.000 euros presupuestados, y por la que los estudiantes beneficiarios han recibido un mínimo de 26 ó 39 euros y un máximo de 907 euros, según los casos. En este sentido, el coste de la matrícula depende tanto de los créditos matriculados (asignaturas), como si éstos se cursan por primera vez o no -es decir, si son de asignaturas que se repiten-; y de igual manera se tiene en cuenta la posible bonificación aprobada por la Junta del 99% de los créditos aprobados en primera matrícula. En este sentido, la beca solidaria cubre la matrícula a los alumnos que el Ministerio ha denegado la beca por nota, y/o lo que no cubre la bonificación de la Junta, porque estas becas también incluyen los créditos matriculados por segunda o tercera vez.

Al respecto, el vicerrector de Estudiantes y Programas de Movilidad de la UCO afirma que «nuestras becas solidarias rebajan el exagerado límite académico que impone el Ministerio o la bonificación de la Junta». En el primer caso, el tener un 6,5 de nota media; y en el segundo, tener que aprobar a la primera. Sin embargo, según Alfonso Zamorano, «hay estudiantes que tienen una media de 6,4 o que tienen una asignatura en segunda convocatoria aprobada, y en general, son buenos estudiantes».

No en vano, este vicerrector explica que, teniendo en cuenta que todas las becas solidarias concedidas son de alumnos a los que el Ministerio les ha denegado la beca general, «en ocasiones (esta denegación) era por una décima o por la no superación de dos créditos» respecto a los criterios académicos establecidos por el Ministerio.

Por lo que respecta a la línea de becas solidarias de alojamiento y/o transporte, los 20.000 euros de presupuesto se han repartido entre las 214 solicitudes admitidas, por lo que la ayuda que ha recibido cada universitario ha sido de 93,45 euros, con lo que «así garantizamos que todos los que cumplen los requisitos reciben alguna compensación», afirma el vicerrector de Estudiantes y Programas de Movilidad de la UCO.

No obstante, aún aplaudiendo la existencia de estas ayudas, algunos colectivos universitarios consideran estos 93,45 euros escasos para todo el curso académico, aunque entienden que esta cantidad depende de los recursos disponibles y del número de solicitudes presentadas.

Por otro lado, las 255 solicitudes no aprobadas han sido denegadas por varios motivos. La mayoría, por no haber obtenido el curso anterior el rendimiento académico mínimo exigido en la convocatoria, o por superar los umbrales de renta o de patrimonio familiar establecidos. Asimismo, otras se han denegado por no estar los solicitantes matriculados de un mínimo de créditos exigidos, no haber aportado la documentación necesaria, o contar con otra ayuda concedida por otras entidades para el mismo fin, entre otras causas.

Valoración de los estudiantes

Desde su puesta en marcha hace cuatro años, las becas solidarias de la UCO han contado con el respaldo y aplauso de los estudiantes, representados a nivel general por el Consejo de Estudiantes (CEU) de la UCO. No en vano, el presidente del CEU, Jorge Ortiz, señala que los universitarios «agradecemos profundamente» la labor del vicerrectorado de Estudiantes, con el cual «trabajaremos el próximo curso» sobre posibles cambios y mejoras en el sistema de las becas solidarias.

En esta línea, Jorge Ortiz señala que, desde que se puso en marcha la bonificación del 99% de los créditos aprobados en primera matrícula, «las propias matrículas son mucho más baratas», por lo que las becas solidarias se podrían redistribuir para incluir, «por ejemplo, unas becas comedor, como hay en otras universidades».

En todo caso, y en tanto el Ministerio no modifique los requisitos académicos para conceder beca a los universitarios, la UCO pretende continuar con esta línea de ayudas. «Siempre hemos reclamado sensibilidad en este asunto y bajada de la nota mínima, pero siguen los mismos criterios desde hace años», apunta Alfonso Zamorano.