El Ayuntamiento está a punto de iniciar la remodelación de tráfico de mayor envergadura después de la acometida con motivo de las obras de la calle Cruz Conde y de su posterior peatonalización, es decir, de los últimos seis años. Teniendo en cuenta las dos fases de obra que necesitará la reforma de Capitulares y su posterior configuración como vía semipeatonal, serán casi medio centenar de calles las que se verán afectadas por la remodelación que se avecina.

En concreto, en la primera fase de la obra, que es la más compleja y que el Ayuntamiento quiere iniciar a mitad de julio para tenerla acabada antes de la apertura del curso escolar en septiembre, serán cerca de cuarenta calles las implicadas en los cambios de tráfico. En cambio, la segunda fase de obra, que se prolongará durante cinco meses más -el plazo de ejecución total es de siete meses- repercutirá en más de una docena de vías. Por último, en la configuración final de Capitulares tras su reforma se verán implicadas una treintena de calles. Hay que tener en cuenta que muchas de estas vías se ven afectadas por las tres fases, de ahí que la cifra real es de medio centenar entre todas.

La primera fase

Pero vamos por partes. Si el Ayuntamiento consigue adjudicar los trabajos antes del 8 de julio y que empiecen ese mismo mes, a partir de entonces, y durante toda la primera fase, cuatro líneas de autobuses, la 1 (Fátima-Claudio Marcelo), 3 (Albaida-Renfe-Fuensanta), 7 (Cañero- Ciudad Jardín-Zoco) y 13 (Naranjo- Capitulares-Sector Sur) dejarán de circular por Capitulares al no poder llevar a cabo su ruta habitual, ya que la reforma de la calle se iniciará por los extremos de la misma. Eso dejará sin circulación Alfonso XIII entre Carbonell y Morand y Alfaros; Claudio Marcelo, ente Ambrosio de Morales y Diario de Córdoba; y San Fernando, entre Maese Luis y Diario de Córdoba. La delegada de Movilidad, María José Moros, explicaba ayer que se está estudiando la ruta alternativa para estos autobuses. Además, el área evalúa la posibilidad de que circule el microbús.

En la primera fase de las obras, el Ayuntamiento habilitará varias entradas y salidas. Los vehículos podrán acceder al centro por la calle Concepción y Duque de Fernán Núñez; Caño; y Alfaros. Las tres rutas estarán abiertas a todo tipo de tráfico, excepto autobuses, aunque Alfaros tendrá un tramo, entre Juan Rufo y Capitulares, con un doble sentido. Además, desde Claudio Marcelo, siguiendo por Ambrosio de Morales, Antonio del Castillo, Horno del Cristo, hasta llegar a Encarnación, la circulación estará limitada a vehículos con una anchura menor a 1,80 metros, que saldrán por la zona de la Mezquita. Las calle Realejo y Gutiérrez de los Ríos serán también vías de entrada, que conducirán hacia Santa Marina, la primera, o hacia la zona de La Corredera y San Fernando, la segunda. La calle San Pablo, por su parte, será de doble sentido y tráfico restringido.

En esta etapa, Movilidad desactivará las cámaras de Valladares y Las Tendillas y anulará las áreas de circulación restringida (Acire) 1 (entorno de Ambrosio de Morales, María Cristina y Encarnación), 3 (alrededores de Gondomar, Jesús y María, Emilio Luque, Blanco Belmonte, Buen Pastor y Valladares) y 7 (zona de San Miguel y Conde de Torres Cabrera). Hay que tener en cuenta que desde que empiecen las obras, Claudio Marcelo cambiará el sentido de circulación para quedarse definitivamente con la circulación en dirección a San Fernando.

La segunda etapa

La segunda fase de las obras será más duradera pero menos compleja desde el punto de vista de la circulación. En ella, los trabajos habrán terminado en los extremos de Capitulares y se acometerá la zona central, por lo que los autobuses de las líneas 1, 3, 7 y 12 recuperarán el tránsito por la zona. La novedad será que las tres líneas que entran por Alfaros deben girar hacia arriba para subir por Alfonso XIII, por lo que la esquina entre San Pablo y Alfaros se remodelará para permitir esa maniobra. Después, al llegar a mitad de Alfonso XIII se encontrarán con un tramo pequeño, entre Carbonell y Morand y García Lovera, con doble sentido controlado con semáforos. La línea 1 de Aucorsa podrá subir de nuevo hasta las Tendillas y se encontrará con que la parada cambia de acera, por lo que hay previstas obras para acometer la nueva.

En esta fase otra novedad será la desactivación de la cámara de San Fernando, la circulación por García Lovera y que San Pablo recupera un único sentido, aunque con el tráfico restringido que le caracteriza.

Durante el tiempo que dure esta etapa, Torres Cabrera y San Fernando se usarán como vías de salida del entorno de Capitulares, mientras que San Pablo y Alfaros continuarán actuando como entradas a la misma.

La configuración definitiva

Cuando llegue la primavera del 2017 y las obras de Capitulares estén terminadas, vendrán otros cambios en el tráfico, que serán los definitivos, aunque Movilidad está dispuesta a retocar lo que haga falta si percibe que algo no funciona. Cuando eso ocurra, a Capitulares se podrá acceder por Puerta del Rincón y Alfaros, donde habrá una cámara que controlará la entrada y que multará a los que no tengan permiso para ello. Los planes del Ayuntamiento son permitir el paso por Capitulares solo a residentes, autobuses y taxis y a menos de 10 kilómetros por hora. La entrada al centro por Concepción o La Trinidad también estará permitida como hasta ahora pero solo para los usuarios del párking de la calle Sevilla, ya que el resto serán multados por las cámaras de Valladares y Tendillas.

Desde Puerta del Rincón el acceso será abierto a todos por Isabel Losa hacia Santa Marina. Además, los vehículos podrán entrar también por la calle Realejo pero para dirigirse hacia Gutiérrez de los Ríos, ya que a partir de Pedro López el acceso a Capitulares será restringido a los conductores autorizados. En la confluencia de Gutiérrez de los Ríos y Pedro López habrá control mediante señales y Policía Local. Además, el Ayuntamiento evaluará la conveniencia de restringir Fernán Pérez de Oliva. En este sentido, María José Moros indicó ayer que la idea es revisar más adelante la movilidad en el casco histórico pero en el marco de la comisión de accesibilidad cuando se convoque.

Con la cámara colocada en Alfaros, toda esta calle, Juan Rufo, Alfonso XIII, Diego de León, Claudio Marcelo, Diario de Córdoba, San Fernando, Maese Luis, Fernando Colón, Tundidores, Pedro López y Rodríguez Marín serán calles con tráfico restringido. En esa misma situación quedarán Carbonell y Morand, Cardenal Toledo, y Conde de Torres Cabrera, zona que con otras calles como la Cuesta del Bailío, de la Almuja, Julio Burell, del Teniente Albornoz y Ramírez de las Casas Deza, serán consideradas «nuevo viario controlado para residentes». Esa misma consideración tendrá un tramo de Juan Rufo. En esta fase, San Pablo continuará con tráfico restringido por cámara, que deberá subir hacia Alfonso XIII.

Tras la remodelación, Capitulares tendrá un aspecto totalmente peatonal y un solo carril que se usará con doble sentido, ya que por él circularán los autobuses que procedan de Alfaros, que irán hacia San Fernando, y los residentes que tengan que dirigirse a la zona Norte, es decir, en sentido contrario, hacia Carbonell y Morand. Este singular cruce estará regulado con semáforos. Aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de que los autobuses de Alfaros subieran por Alfonso XIII, se ha descartado y eso solo ocurrirá en la segunda fase de la obra. Como consecuencia de estos cambios, la parada de taxis de Capitulares se trasladará a Claudio Marcelo y la zona azul desaparecerá de esta última calle. Además, el Ayuntamiento estudia la ubicación de la carga y descarga. La idea del Ayuntamiento es que Capitulares tenga el mínimo tráfico posible, por lo que no descarta en un futuro, si ve que hay excesiva circulación, trasladar la movilidad de los residentes a María Cristina para liberarla más.