Antonio Repullo (Cádiz, 1975) lleva 21 días al frente de la Delegación del Gobierno andaluz en Córdoba y apenas 16, acompañado de un grupo de seis delegados para timonar «el cambio» de Andalucía en Córdoba. El 28-F nos abre las puertas de su despacho que, reconoce, aún no ha podido personalizar. «Hay cosas más urgentes, pero traeré una foto de mis hijos», dice.

-Había estado en política pero siempre detrás de la barrera. ¿Cómo ha sido su salto al ruedo?

-Con 20 años entré en Nuevas Generaciones y he tenido dos incursiones en la vida pública: en el Consorcio de Desarrollo Económico, y en la Subdelegación del Gobierno. El quién es quién de la política de Córdoba me lo conozco. Lo que sí es cierto es que este tipo de puestos los ocupan perfiles con una relación con las instituciones más cercana que la que he tenido yo. Es cierto que he estado en un segundo plano y mi perfil no respondía a lo habitual, en ese sentido he sido un poco exótico.

-¿Por qué a la edad en la que la mayoría quiere meterse en un bar usted entra en el PP?

-Bueno, a los bares entraba también, es compatible. Estábamos a nivel nacional en un momento muy parecido al que vivimos hoy en Andalucía. La sociedad estaba cansada de las mismas políticas y fue cuando el PP pasó de ser el eterno opositor a gobernar. Ahora, el último sitio que quedaba era Andalucía y ha llegado. Me encuentro a mucha gente que me dice: creía que me iba a morir y no iba a ver a otro que no fuera el PSOE en Andalucía. Se ha roto esa barrera, que a veces era psicológica. Entonces, igual que ahora, la causa fue tener las ganas y la intención de cambiar algo.

-¿El hecho de que Vox haya apoyado el Gobierno está haciendo que haya muchas más críticas ‘preventivas’? Les acusan de haber recortado ya derechos.

-¿Qué medida ha tomado Juanma Moreno que haya recortado derechos a los andaluces? La frase hecha está bien, pero pediría más seriedad en los comentarios. Por otro lado, hay dos cosas que canalizar en este momento: primero, que estamos en periodo electoral, y eso lo distorsiona todo, y segundo, el pacto con Vox, que está escenificado en 19 medidas públicas. De ellas, ¿dónde se recortan derechos? Ahora cuando se ejecuten veremos si sirven para mejorar o empeorar Andalucía. Creo que es más por electoralismo que por miedo a determinados signos políticos.

-¿Es exportable el Gobierno andaluz al resto de España?

-Lo exportable es dialogar. La etapa de las mayorías ha terminado y ahora toca ponerse de acuerdo. El PP está en un escenario político, en el que es más fácil escenificar un acuerdo con Vox que con Podemos, porque nos unen más cosas. De hecho, muchos de los que están en Vox estaban en el PP. Para que esto pueda ser extrapolable, primero habrá que ver los resultados, pero si sirve para dar estabilidad será bien recibido por parte de la mayoría.

-Para orientarme, y no me diga que de Casado, ¿de qué PP se siente más cerca: del de Rajoy o del de Aznar?

-La pregunta es compleja. Me afilié por Aznar. No me sentía identificado a Alianza Popular, pero sí a ese Gobierno de Aznar, en el que también estaba Rajoy, por eso digo que la pregunta es compleja. Son dos personas a las que la historia les dará la razón y llegaremos a la conclusión de que han sido los dos mejores presidentes de la democracia.

-Ha dicho que no llega a la Delegación del Gobierno para empatar. ¿Con qué resultado se sentiría satisfecho?

-Con que cuando pasen cuatro años miremos para atrás y nos demos cuenta de que esto ha servido para algo. Que no hayamos hecho las mismas cosas, que cada euro que se destine tenga un recorrido y que sirva para que esta provincia haya prosperado.

-¿Espera sorpresas de la auditoría interna que han encargado?

-Estamos viendo detalles de fundaciones que no servían para mucho y ya están siendo eliminadas. En cualquier caso vamos a esperar. Las sorpresas las analizaremos cuando sean certezas.

-Diga algo que pensaba de la Junta antes de entrar y ya no piensa.

-De la Junta nunca tuve una mala referencia. Estoy rodeado de funcionarios de la Junta: mi mujer, mi hermana y mi padre, que trabajaba en Industria, de la que soy delegado yo ahora, fíjate el destino. Nunca he tenido mala percepción ni mucho menos. Los funcionarios que conozco se han matado por la función pública y lo han dado todo. Lo único que he hecho es corrobar eso.

-Lo que quizá había a nivel casi sociológico era la identificación de la Administración con un partido, ¿no cree?

-Hemos tenido, por ejemplo, la celebración del Día de Andalucía y las referencias que me llegan de esos actos es que se utilizaban demasiado, que había un paralelismo entre partido e institución, que a lo mejor no beneficiaba a la imagen de la Junta. Esa es una de las cosas que hay que cambiar. En el acto de este año no hubo discursos políticos sino que ensalzaban la esencia de Córdoba y Andalucía, y los premiados.

-¿El PSOE se ha apropiado del andalucismo o es que el PP ha hecho dejación de funciones de él?

-El hecho de que el PSOE haya estado tanto tiempo en la Junta ha podido trasladar mensajes que han creado distorsión, provocada porque todo el mundo asumiera que el único partido andalucista era el PSOE. Además, creo que desde determinados ámbitos han querido trasladar que el PP no era un partido que apostara por la autonomía, pero eso no se corresponde con la realidad. Es cierto que el PP tiene un único mensaje en toda España, pero es absolutamente compatible con el estado de las autonomías.

-¿Se siente más andaluz que español, al revés, o esas preguntas son una absoluta tontería?

-Me siento andaluz y español, igual que la mayoría de la gente, de una forma natural. Tengo la certeza de que la gente tiene un compromiso con Andalucía compatible con el que tiene con España. Es un sentimiento parejo.

-A bote pronto, ¿le parece que en la Junta sobra gente, empresas, fundaciones?

-Me ha llamado la atención el grado de ejecución que tienen los proyectos de la Junta fuera de las delegaciones, esa gestión pseudoprivada. Es decir, la alta dependencia que tiene la gestión de fondos públicos en agencias, instituciones y organismos autónomos. A partir de ahí vamos a ver si eso es ejecutivo o no, si esa gestión pseudoprivada es compatible con el buen uso de los recursos.

-¿Han abusado en la oposición de términos como enchufismo, chiringuitos o paniaguados refiriéndose a la Junta?

-El debate político da lugar a una nomenclatura variada, pero es verdad que nos encontrábamos a diario con noticias, como las de los ERE, en la que esos adjetivos pudieran ser apropiados.

-La oposición dice que no aprobarán los presupuestos hasta que pasen las elecciones para no asustar a nadie.

-Acabamos de llegar, hay una auditoría interna que establecerá prioridades y dirá cómo hacer esos presupuestos. Andalucía va a seguir su camino y no va a estar sujeta al periodo electoral.

-Cuando Moreno visitó a Ambrosio se comprometió a apoyar proyectos que generasen empleo y riqueza, ¿le ha dicho cuáles?

-Hasta que no sepamos dónde estamos, no vamos a saber dónde vamos. Eso no quiere decir que la actividad de la Administración se pare. Tenemos un presupuesto prorrogado y tenemos que responder a las necesidades de la gente. La idea es un cambio tranquilo y sin estridencias.

-La alcaldesa les ha pedido muchas cosas, por ejemplo, que declaren de interés público unos terrenos cercanos al parque logístico del Higuerón. ¿Ve interesante el parque logístico halal?

-Solo una parte del parque se destinaría al halal. El compromiso de Juanma Moreno fue que si esa es una de las opciones que tiene Córdoba para progresar y para entrar en uno de los dos corredores logísticos, Mediterráneo y Atlántico, lógicamente era un tema a estudiar. Son inversiones muy fuertes y están pendientes desde hace muchísimo tiempo. Por ejemplo, el enlace desde la avenida del Aeropuerto a la carretera de Palma lleva muchísimos años parado y es una inversión muy potente.

-¿Córdoba ha perdido el tren de la logística respecto a Antequera?

-Creo que no, pero sí creo que a Córdoba le ha hecho falta ejecutar determinados proyectos para poder entrar en ese circuito. Ahora le sigue haciendo falta y hace diez años, también.

-¿Qué le ha faltado a Córdoba en estos casi 40 años de PSOE, y qué le ha sobrado?

-Le han sobrado promesas, aquí tenemos un catálogo de visitas de consejeros a muchos municipios de la provincia ofertando cosas y sacando proyectos que nunca se han llegado a ejecutar y de los que no había ni el inicio de un expediente.

-¿Aportará algo la Junta para el cercanías de Córdoba?

-Estamos pendientes del convenio del Consorcio Metropolitano de Transporte, que supondrá la aportación de la Junta, que tampoco se cerró. El resto del cercanías lo ha hecho Rajoy.

-¿Tendrán consignación económica las obras del Materno-Infantil y el CARE de Lucena?

-Nuestro compromiso con la sanidad andaluza es total, tanto con los profesionales como con los pacientes. Esta misma semana, el consejero Jesús Aguirre ha dicho que el objetivo es acabar para el 2022 las consultas materno infantiles. Los lucentinos llevan esperando desde 2006 el otro proyecto, que está en fase de licitación, pero vamos a hacerlo de forma planificada y ordenada.

-¿Recuperarán el proyecto del 2010 para la Ronda Norte o toca redefinirlo?

-Aunque no está dentro de las prioridades ahora mismo de nadie, Córdoba no debería renunciar sin más a cerrar su ronda. Es un proyecto de una singularidad y una inversión considerables; por las circunstancias de Córdoba hay pocas opciones y eso lo encarece mucho. Hay que verlo con tranquilidad.

-¿Cómo se ve dentro de cuatro años?

-Me veo recuperando mi profesión de abogado. Siempre que he hecho una incursión en la Administración he vuelto, no he buscado otro cargo. Así, y con algo más de tiempo libre.

-¿Lo ha perdido todo o qué?

Absolutamente. Hay mucha actividad institucional a la que hay que responder. Lo hago, eso sí, encantado.

-¿Cuando dice volver a su profesión, se refiere a cobrar botellas de whisky o libros en lugar de minutas?

-Lo de cobrar en especie es demasiado habitual entre los abogados. Muchos se sentirán identificados con esa anécdota.

-¿La política debe ser una profesión?

-En parte sí. Soy defensor del político mal llamado profesional. Los partidos son instituciones integradas en nuestra Constitución y nuestra democracia, y necesitan una espina dorsal y gente permanentemente trabajando en ellos. No podemos creernos que la política empieza cuando convocan elecciones y acaban cuando se vota. Necesitamos gente activada, que ayude a hacer oposición y que sean los receptores de las necesidades de la gente para poder trasladarlas a los representantes públicos. Debe haber gente profesionalizada en la política, y es igual de importante que haya un porcentaje de gente que entre y salga, que dé frescura y puntos de vista diferentes.

-La carencia de esa espina dorsal provoca que, por ejemplo, a su socio de gobierno, Cs, le haya costado encontrar gente para ocupar tanto cargo. ¿Cómo ha sido el contacto con los nuevos delegados?

-Así es. Con los delegados, desde el primer momento, estuvimos de acuerdo en que somos un equipo. Esa es nuestra primera estrategia. Tendremos reuniones semanales y todo se coordinará desde la Delegación del Gobierno. Estoy encantado con las designaciones del PP, y también con las de Cs. Son gente de una alta valía profesional y que están echando horas para poder sacar adelante todos los temas.

-Quienes están pendientes de las exhumaciones en Córdoba, ¿tienen algo que temer?

-Hay una ley de memoria histórica que hay que cumplir, y este Gobierno va a cumplirla mientras esté vigente.

-¿Le gusta la ley?

-Creo que debería ser más amplia, pero entiendo que la gente tiene derecho a saber dónde están sus antepasados. En cualquier caso, nosotros cumpliremos esta ley y cualquier otra, también si hay modificaciones porque hay un arco parlamentario que tiene capacidad para hacerlo.

-¿Cree que la ley de violencia debería modificarse?

-Responde a un patrón absolutamente adecuado y hay que dar una respuesta a esa lacra que sufren las mujeres. No podemos apartar la mirada de que existe un problema serio en esta sociedad y que debe ser atajado.

-¿De qué debe huir Andalucía?

-Andalucía debe huir de patrones preestablecidos y de arquetipos, sin rechazar nuestra esencia, cultura, patrimonio y forma de ser. Somos una gran comunidad y tenemos el mayor potencial de Europa aunque a veces nos vean como todo lo contrario. Además hay ejemplos de gente que está fuera y está haciendo cosas grandiosas, se trata de que lo hagan aquí. Andalucía es capaz de lo mejor y de hacer una España mucho mejor de la que tenemos.