Tras terminar sus estudios universitarios de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Granada, y después de buscar prácticas en empresas cordobesas sin éxito, Silvia Arenas Pérez, natural de Almedinilla y con 29 años en la actualidad, decidió marcharse al extranjero hace 5 años para aprender alemán. Escogió Austria como país de destino «por su calidad de vida, su cultura y su idioma. Austria es uno de los países con mayor calidad de vida del mundo, y tiene una tasa de desempleo muy baja». En la ciudad de Linz, y después de un tiempo, encontró trabajo en una multinacional de administrativa de logística, donde realiza importaciones y exportaciones. A su juicio, la diferencia entre la realidad del mercado laboral austríaco y español y cordobés «es bastante grande», ya que hay diferencias «de salario, jornada laboral, días libres, tipo de contrato y cultura empresarial. En general, aquí las condiciones laborales son mejores que en cualquier lugar de España». Sin embargo, siempre ha tenido claro que, después de un tiempo, regresaría a Córdoba, donde le gustaría aportar su experiencia y conocimientos. A nivel personal, señala que lo que más echa de menos es el carácter español. «La gente es muy amigable, y también echo de menos a mi familia y amigos». En su objetivo de regresar está contando con la ayuda del proyecto Volvemos a Córdoba, que conoció a través de Facebook, y cuyos responsables le han asesorado para hacer un currículum más competitivo, «y me han aconsejado sobre las diferentes posibilidades de encontrar un trabajo relacionado con mi perfil y para mejorar diferentes aspectos en una entrevista de trabajo». De momento, Silvia Arenas ya ha tenido algunas ofertas de empleo en Córdoba, aunque ninguna se adapta a lo que exactamente está buscando, y continúa mirando ofertas regularmente y participando en procesos de selección de aquellas que ve interesantes, ya que «cuando vives durante un tiempo fuera te vuelves más exigente y tienes claro lo que quieres».