Andalucía registró 124 casos de agresiones a médicos en 2018, según los datos del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), de los que siete corresponden a Córdoba (cuatro menos que en el 2017). Estas cifras se presentaron ayer, coincidiendo con el Día Nacional contra las Agresiones en el ámbito Sanitario, por el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM).

Según indicaron en una nota de prensa, como viene sucediendo en años anteriores, estas conductas violentas en el ámbito andaluz se producen con más frecuencia en atención primaria (55%) frente a la hospitalaria (23%). Entre los tipos de agresiones se han registrado un 12 por ciento de lesiones, 46 por ciento de insultos y 42 por ciento de amenazas.

Entre los principales motivos de la agresión, el CACM señala que habría que destacar las discrepancias con la atención médica, con un 39 por ciento, seguido por el tiempo de espera en ser atendido, con un 17 por ciento. Además, hay que señalar también que la incidencia acumulada de agresiones a médicos por cada 1.000 colegiados «es superior en Andalucía que en el resto de España».

Por su parte, CSIF Córdoba denunció que la cifra de ataques físicos a los profesionales de la Sanidad Pública en la provincia se incrementaron el año pasado un 14%, al pasar de 28 a 32, según los datos oficiales que maneja el propio Servicio Andaluz de Salud (SAS). El sindicato considera «muy preocupante» que en la última década estos episodios se hayan elevado un 45% y que Córdoba lidere, junto a Cádiz, el aumento de estas agresiones en Andalucía

El Sector de Sanidad de CSIF Córdoba informó de que en 2018 se registraron un total de 106 ataques físicos y/o verbales a los profesionales sanitarios, un número que, aunque es menor al ejercicio anterior, debe llevar a la reflexión, ya que supone que cada tres días es agredido un trabajador de un hospital o un centro de salud en la provincia.