Un significativo grupo de personas mayores de 65 años que hasta el año pasado disfrutaban de sus clases de mantenimiento físico en salas de barrio y centros cívicos están descontentas con la gestión de este programa municipal. En concreto, las personas que acudían a estas clases de gimnasia en las salas de Fátima, Valdeolleros y Guadalquivir han tenido problemas desde enero y recientemente han sido reubicadas en otros espacios que no terminan de convencerles. Los usuarios del Guadalquivir tienen que ir al centro cívico de la calle Motril, un sitio mucho más pequeño y que no está acondicionado (carece de materiales adecuados y de desfibriladores) para la práctica de las actividades deportivas. Los de Valdeolleros, por ejemplo, han sido reubicados en el aula de la naturaleza del parque de la Asomadilla, a la que tienen que acceder subiendo una cuesta.

Detrás de este problema está el conflicto que el Instituto Municipal de Deportes (Imdeco) está tratando de solucionar con las salas de barrio, después de que el Tribunal de Cuentas considerara ilegales las ayudas municipales que estaban recibiendo. El mantenimiento para mayores es un programa que financia el Imdeco y la Delegación de Servicios Sociales, y que se presta en las salas de barrio. En el marco de las negociaciones entre el Ayuntamiento y las salas, tres de ellas (Guadalquivir, Valdeolleros y Fátima) decidieron plantarse al no llegar a un acuerdo para la prestación del programa, por lo que el Imdeco, para salvarlo, se lo ha llevado a esos otros espacios. Los usuarios, ajenos a este embrollo, solo quieren volver a sus polideportivos porque, como recuerdan, siguen pagando la misma cuota pese a que el servicio es mucho peor.