Satse denunció que en los dispositivos de cuidados críticos y urgencias (DCCU) de la capital cordobesa, en las urgencias extrahospitalarias del Carlos Castilla del Pino y del Sector Sur, el pasado jueves fueron atendidas cerca de 300 personas y que ambos puntos asistenciales tuvieron que hacer frente a cerca de 50 avisos domiliarios, «sin que contaran con incremento alguno de enfermeros o médicos». Este sindicato resaltó que «es conocido públicamente que cuando en estos DCCU se acude a un aviso domiciliario se quedan ambos servicios con un solo enfemero y un único médico para atender a los pacientes que están en la sala de espera, lo cual provoca una demora de hasta 3 horas para ser asistido». Por otro lado, este sindicato criticó que las Urgencias del hospital de Pozoblanco no cuentan en estos días con una dotación habitual de enfermeras, «pues de las 4 que debe haber por turno, solo hay 3». Para Satse, resulta «pintoresco» que el SAS contemple en su plan de refuerzo que se incrementará el número de consultas de urgencias, «cuando consultas son las que son», y sobre la mayor disponibilidad de camas que contempla la Junta para afrontar la mayor demanda asistencial, añadió este colectivo que «en el hospital de Pozoblanco está cerrada la unidad de corta estancia; en el hospital de Cabra hay inutilizadas 16 camas por reformas del sistema del aire, y en el Reina Sofía, permanecen sin uso 36 camas en el Hospital General y 48 en el Provincial». Por otro lado, este sindicato criticó que este plan establezca que «el tiempo de duración de ingreso de los pacientes sea en base a criterios clínicos», y se pregunta si con eso el SAS se cuestiona que «los pacientes permanecen ingresados en el hospital por capricho de los profesionales y no atendiendo a lo que requiera su estado de salud».