Más de 700 kilómetros de carreteras están pendientes de ejecutar. Parte de esos kilómetros están fuera de la provincia y corresponden a vías que compartirá con otras pero que beneficiarán a Córdoba.

Hace una década Córdoba tenía pendientes el 80% de los 32 kilómetros previstos de variantes. Entonces estaba en obras la primera fase de la Oeste pero aún no había comenzado la construcción de la de Los Visos, que ha añadido cuatro kilómetros más al balance del 2008. De esa manera aún queda por ejecutar el 70% de las vías que iban a cerrar el cinturón exterior de la ciudad. Resta la segunda fase de la variante Oeste, la que unirá la carretera de Palma con la del Aeropuerto y que añadirá 2,3 kilómetros más a la que está en servicio desde el 2011. También falta la Sur, que, con el trazado anunciado hace una década y ligado a la autovía A-81 (Badajoz-Granada), suma cerca de 20 kilómetros pendientes más.

Por otro lado, el anillo de 20 kilómetros de rondas está más avanzado -solo queda el 30%-, ya que falta la Norte, con los 2,4 kilómetros que reiniciará el Ayuntamiento y los 3,8 de la Junta.

Pero hay más. Siguen sin estar los 6 kilómetros de la variante de Villarrubia y los 6 de la autovía a Almodóvar. Tampoco existen los 52 de la autovía de El Carpio a Torredonjimeno ni se ha completado la autovía del Olivar, que tiene 10 kilómetros en uso pero le faltan 70 más por ejecutar.

Vinculados a un proyecto que mejorará la autovía A-4 entre Villa del Río y La Carlota van los 12 kilómetros de nuevo trazado que evitarán las curvas de la Cuesta del Espino y que están en lista de espera. Por último, hay dos proyectos pendientes más, los más difíciles y costosos, los 174 kilómetros de la autopista de Toledo, y los 400 de la autovía que unirá Badajoz-Granada, que están incluidos en el plan de infraestructuras del Gobierno, por lo que no están descartados. El tiempo necesario para ver convertidos estos sueños en realidad es imposible de calcular.