La población española aumentó en 2018 en 284.387 personas (0,6%), lo que situó el total de habitantes en más de 47 millones, una cifra que no se superaba desde el 2013. Se trata de una población que, según el padrón continuo del INE, tiene una edad media de 43 años, se reparte casi a la mitad entre hombres y mujeres, está envejecida, compuesta por un 90% de españoles y un 10% de extranjeros y donde cuatro de cada diez personas vive en municipios de más de 100.000 habitantes. Ya hay más de 5.000 pueblos en los que viven menos de mil personas, reflejo de la incesante despoblación de la España rural.

Con datos a 1 de enero del año 2019, del total de ciudadanos, el 89,3%, es decir 42 millones, son españoles, y el 10,7%, 5 millones, extranjeros, un colectivo que no superaba esta cifra desde el 2014. Y es que, por segundo año consecutivo, aumenta el número de extranjeros empadronados, que casi duplica al del año anterior y de los que el 10% ya ha nacido en España.

Así, a lo largo del 2018, tercer año consecutivo de aumento de la población, el número de españoles descendió en 6.186 (un 0,01 %), mientras que el de extranjeros creció en 290.573 (6,1 %), de los que 36.049 (2 %) provienen de algún país de la UE y el resto, 254.524 (8,6 %), son no comunitarios.

Otros de los datos que destaca la estadística del INE son la distribución por sexos, que apenas ha variado, con un 49% de hombres y un 51% mujeres; y que el 85,7% de la población ha nacido en territorio español y el 14,3% en el extranjero.