El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación 'La Caixa' nació en 2009 como un programa pionero en la atención emocional y espiritual en los cuidados paliativos, procesos de final de vida y duelo, y desde entonces ha atendido en Córdoba a 2.451 pacientes y 4.148 familiares.

Según informa la Fundación en un comunicado, desde el inicio del programa, 2020 ha sido el año más intenso que se ha vivido por todas las consecuencias derivadas de la pandemia del coronavirus. Concretamente, en Córdoba han sido atendidas 1.166 personas, de las que 432 eran pacientes en el final de su vida y 734 familiares en procesos de duelo.

El programa cuenta con 44 EAPS (Equipos de Atención Psicosocial), que a día de hoy actúan en 132 hospitales de toda España y 133 unidades de apoyo domiciliario, y que están formados por 230 psicólogos/as, trabajadores/as sociales, enfermeros/as, médicos, agentes pastorales, y más de 1.000 personas voluntarias.

En Córdoba el programa actúa en el Hospital Universitario Reina Sofía, el Hospital Infanta Margarita y el Hospital Valle de los Pedroches, a través de un EAPS perteneciente a DOMUS VI. Este también interviene en tres Equipos de Apoyo Domiciliario. Además, el EAPS cuenta con seis voluntarios en activo.

La atención al final de la vida y al duelo en circunstancias extremas como las que se han producido a raíz de la pandemia, ha sido también objeto de trabajo de los profesionales del programa que han tenido que aumentar intensamente sus esfuerzos para mantener su labor asistencial en unas condiciones tan complicadas como las que se han generado en el ámbito hospitalario. En estas circunstancias los EAPS han visto incrementada su labor acompañando no solo a personas que se encontraban en situación de final de vida, sino también a las personas afectadas gravemente por el virus del covid-19, sus familiares y los profesionales que las atendían.

Los duros meses de pandemia han provocado que un tema tabú como la muerte, fuera más visible para el conjunto de la sociedad. Así lo confirma Montserrat Esquerda, directora del Institut Borja de Bioètica y colaboradora del programa: “La pandemia nos ha traído muchísimas muertes, muertes sin preparar y muertes no esperadas. Ahora podemos decir que estamos más preparados que antes de la pandemia para hablar de la muerte y del trabajo que se hace en las unidades de cuidados paliativos.”

Veronica Linares, psicóloga de un EAPS, aporta su visión tras lo vivido durante la crisis: “Una de las cosas que hemos detectado es la necesidad de ofrecer una atención integral del enfermo. Se atiende el cuerpo y la salud, y es un reto pasar a un paradigma más psicosocial. El covid-19 ha puesto de relieve la importancia de este tipo de atención y que el psicólogo tenga más presencia en el sistema sanitario y pueda realizar este acompañamiento psicológico, espiritual y relacional. Hasta ahora se ha estado trabajando con el dualismo entre cuerpo y alma pero ya estamos viviendo un momento en el que podemos integrar ambas partes y tratarlas como un todo.”

En este sentido, la labor de los EAPS también ha tenido más visibilidad y valoración en el ámbito sociosanitario, generando algunas transformaciones en las formas de acompañamiento como por ejemplo el uso de formatos online para atender en la distancia; el impulso de nuevas iniciativas para cubrir emergencias y nuevas realidades, y también en el modelo de colaboración con los profesionales sanitarios, potenciando su integración total en los equipos.