La Marea Blanca por la Sanidad ha celebrado su segunda asamblea general, en la que se ha aprobado mantener la manifestación convocada para el 11 de junio, a partir de las 11.00 horas, en la plaza de Las Tendillas. Aunque en un momento de la asamblea, que se ha prolongado durante más de tres horas, no estaba claro si proseguía o no la protesta, finalmente los participantes en la misma han decidido continuar adelante con ella. Según una de las portavoces del colectivo, Práxedes Pérez, en función de la respuesta que tenga esta movilización, los participantes se dirigirán a la Delegación de Salud o se quedarán en Las Tendillas "haciendo distintas actividades reivindicativas y de dinamización".

Durante la asamblea de hoy, los participantes han podido conocer las actividades realizadas hasta ahora por la Marea Blanca por la Sanidad, y la situación actual de la sanidad pública. En esta reunión, además de la movilización del día 11, se han ratificado los principios con los que se creó esta plataforma, la "defensa de un sistema sanitario público, de calidad, gratuito y universal", señala Práxedes Pérez. Además, los participantes han acordado que la plataforma "es un espacio abierto donde tienen cabida las organizaciones sindicales y políticas, siempre que respeten los principios con los que surgió".

Otra de las portavoces de la plataforma, Ana Rueda, ha explicado que también continuarán reivindicando "que se acaben los recortes" y que la sanidad "funcione como los ciudadanos se merecen".

Entre las "soluciones de urgencia" que propone la plataforma, y que plantea en la movilización del día 11, están el "no al copago farmacéutico ni de transporte sanitario" y el "no a las listas de espera interminables". El colectivo pide "la cobertura 100% de personal sanitario", y dice "no al cierre de camas en periodos vacaciones", y "no a los recortes en la prescripción farmacológica". También demanda "mejores atenciones sanitarias en dolencias crónicas", "mayor inversión en investigación", y "eliminación de conciertos con el sector privado". Además, insiste en decir "no a las unidades de gestión clínica ni a los care", o a "la externalización de servicios a manos privadas". Por último, reclama "la eliminación del complemento de productividad", y una "mayor participación en la gestión del SAS por parte de los profesionales sanitarios y usuarios".