Hace apenas cuatro años, Laura Rabasco Criado y su marido Javier Lozano Pérez-Barquero crearon la marca Pitusas a partir de la ilusión de dos jóvenes con ganas de emprender, además de la pasión infinita de Laura por las alpargatas que siempre la hicieron soñar con tener su propia marca de zapatillas de esparto. Fue en un restaurante durante una cena y con un papel de mantel desechable de por medio donde se empezó a trazar toda la estrategia de marketing de lo que hoy en día es su empresa. Ahora tienen casi 50.000 seguidores en Instagram y un negocio en marcha.

Desde sus inicios el target de la marca está definido, en un 90% de los casos, por mujeres con edades comprendidas entre los 16 y los 80 años y un 10% de hombres. Así, Laura entiendeque «son clientes con distintas clase social y económica que buscan un zapato cómodo, diferente, versátil y con buena relación calidad-precio». De este modo, para la sorpresa de ambos el primer año fue todo un éxito ya que se quedaron sin stock teniendo que volver a fabricar.

No obstante, no todo ha sido un camino de rosas, ya que han sufrido también baches durante este largo recorrido. Así pues, Javier asegura que han hecho kilómetros en furgoneta por España, «hasta la otra punta del país», donde tenían expectativas de ventas y no siempre ha sido así, volviendo «con el vehículo lleno de zapatos». Javier asegura que al llegar el covid-19, convirtieron su casa «en un almacén con más de 2.000 pares de zapatos y de ahí trabajábamos, embalábamos y sacábamos todos los pedidos. Nos acostábamos con miedo por saber como afectaría y evolucionaría esto, ya que en cierto momento pensamos que la gente no iba a querer gastarse dinero en un zapato por más ganaque tuviese, sin embargo ha sido el mejor año y hemos colaborado con organizaciones para ayudar en la lucha contra el covid».

La suya es una marca estacional, ya que es a partir de la primavera donde se produce un mayor aumento de ventas, sin embargo a día de hoy uno de los objetivos aún siendo unas alpargatas exclusivamente de primavera-verano es que se mantenga todo el año, ya que como nos ha aclarado Javier «hay aviones que van llenos de gente que van a pasar al otro lado del charco unos días de descansos, entonces igual que necesitan un bikini, un pareo o una camiseta, también un zapato acorde al tiempo de allí». Respecto a la red social más utilizada para dar a conocer su producto es Instagram, en la que aglutinan 49.300. seguidores, y en la que según Laura «Pitusas se ha posicionado como una marca que tiene un contacto directo con sus clientes, un asesoramiento y un tú a tú diferente a otras firmas. Es decir, una atención muy personalizada». Asimismo, también tienen presencia en otras redes sociales ya que «nunca se sabe por donde te puede entrar un cliente». En la actualidad, su objetivo es afianzar su canal de venta aquí y buscar posibles clientes potenciales en España antes de llevar a cabo una expansión a otros mercados, aunque en el pasado ya hicieron dos inversiones en Latino América. Además según Javier, «con el problema actual de la pandemia es imposible hacer envíos allí».

Por otra lado, Due Joyitas fundada en 2016 por Pilar Herrera Rodríguez, nace del impulso de una chica que siendo graduada en Derecho y con la posibilidad de trabajar en el despacho de su padre, decide liarse la manta a la cabeza y meterse en el mundo de la joyería. Su familia se ha dedicado a la orfebrería desde hace mas de 70 años. Así, Pilar asegura que para ella «es un mundo que conozco muy bien, me parece fascinante». La creatividad es algo que le viene innato y aplicarla a una joya es su gran pasión.

Para ella no es un simple adorno que te cuelgas en el cuello o en la oreja, sino mucho más. Según Herrera, «me recuerdan vivencias, lugares, momentos vividos. Una joya, sin duda, es algo que me caracteriza».

Su target empezó siendo muy claro y definido: chicas jóvenes de su entorno. Esas que han evolucionado a la vez que la marca. Las cuales se consideraban como minimalistas y sencillas en cuanto a las joyas que las representaban. De este modo, la diseñadora narra que «actualmente, me piden un diseño, algo exclusivo y único. Esa joya especial que no encuentras en cualquier tienda». Respecto a la inspiración que utiliza la firma para plasmar en sus diseños, busca «ese click» en el día a día. Así, Pilar dice considerar «que la clave está en las piezas antiguas que tenían nuestras abuelas, eran maravillosas». De este modo, una de las obras icónicas Due y por la que mucha gente reconoce la marca es por el famoso anillo Diana, una pieza de estilo clásico que ya se fabricaba en el taller de la familia hace años en oro de 18 quilates y que hoy se fabrica en plata con el objetivo de hacerlo más asequible a todos los públicos. Asimismo, y a pesar de tener la diseñadora las ideas muy claras en su mente en cuanto a cada uno de sus proyectos a cumplir en cada temporada, este no le ha sido un camino fácil, donde a lo largo de este recorrido ha habido momentos duros y de sacrificio para llegar a la situación tan buena que atraviesa la marca.

La mayor parte de sus ventas le llega a través de su web y las redes sociales, dice, «son sin duda el mejor escaparate en el que poder mostrar su trabajo. Humanizan tu marca y la acercan a las clientas para que no sientan la compra online como algo frío y sin identidad». También vende otros productos como: ilustraciones, medallas de ramo, bolsitas de arras, pañuelos para novios y padrinos y mascarillas. «Considero que Due es una marca en la que buscan el trabajo artesanal, original y de calidad. La pandemia le ha hecho ver los puntos fuertes y débiles, y también ha vendido más durante el confinamiento.